Por Miguel Ángel
Cid Cid
Parecería que
los electores dominicanos procedieron instintivamente de acuerdo a la teoría de
la selección natural. En el proceso electoral próximo pasado sobrevivieron los
partidos más aptos. El vencedor PRM, junto a un par de los coaligados como FP y
el DxC, por un lado y el PLD, PRD, PRSC y AlPaís, por el otro lado.
A partir de
ahora, los otros restantes veinte partidos participantes deberían desaparecer.
La Ley 33-18
establece que para un partido mantener su patente legal debe conseguir el 1% de
los votos válidos emitidos. A este criterio se suma la condición de lograr la
elección de, por lo menos, un cargo electivo. Cual que sea: vocal, regidor,
alcalde, diputado o senador.
En el artículo
75, la Ley 33-18 de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, instituye,
taxativamente, las causas de la pérdida de la personería jurídica. Veamos:
Numeral 1. “No
haber obtenido por lo menos un uno por ciento (1%) de los votos validos
emitidos en las últimas elecciones nacionales ordinarias, presidencial, congresual,
municipal o de distrito municipal correspondiente al mismo proceso electoral”.
Numeral 2. “No
haber obtenido representación congresual o municipal en las últimas elecciones
generales”.
En las referidas
elecciones participaron 27 partidos políticos. De ellos sólo 7 consiguieron
superar el 1% de los votos. Los 20 restantes se repartieron el 6.82% de los
votos escrutados. En promedio les correspondería un 0.34% por partido.
Éstos pequeños
partidos no sólo deberían irse --tal como el célebre slogan Se Van--, sino
disolverse; esfumarse del escenario político. Liquidar sus bienes y sumergirse
en la noche oscura de la historia.
Pero no. El
pueblo no se gobierna, al pueblo lo gobiernan. El Dr. Marino Vinicio Castillo
Rodríguez, presidente y líder de la Fuerza Nacional Progresista, impugnó la
decisión de la JCE, amparado en el Artículo 62, numeral 3 de la referida Ley.
Un ocho por
ciento (8%) distribuido entre los partidos que hayan alcanzado entre cero punto
cero uno por ciento (0.01%) Y uno por ciento (1%) de los votos válidos obtenido
en la última elección. (Ley 33-18)
La fuerza de los
Vincho metió presión con esos argumentos oportunos en el momento decisivo y
luce que esto condujo al organismo electoral a hacer los arreglos a la Ley
33-18 para favorecer a la influyente familia. En consecuencia, la JCE evacuó
–qué palabrita-- la resolución No. 70-2020, contentiva de una decisión
salomónica, favorable a la FNP.
El criterio de
que el Estado obra en beneficio del todo --nunca de las partes--, salvó el resto
de los 19 partidos. Y perjudicó, naturalmente, la selectiva decisión tomada por
el pueblo.
¿Qué debería
suceder, en lo adelante, con las 20 agrupaciones políticas que la población
electoral claramente rechazó, pero que el tecnicismo legal de la FNP salvó?
El sistema de
partidos dominicano se concibió a la medida de los grandes. Los pequeños, esas
agrupaciones minoritarias --mal llamadas alternativas--, hacen poco para
revertir esa realidad.
El contexto
entonces deja poco espacio para fantasías. Los partidos que superaron el 1% de
los votos en julio pasado deberían refundar el país político. Reconformar el
paisaje en cuatro grandes fuerzas.
1-. El Partido
Revolucionario Moderno. Con éste se fundirían 4 agrupaciones. Éstas son los
partidos PHD, PRSD, Alianza por La Democracia. Por último, País Posible. Entre
todas sacaron el 2.38% de los votos.
2-. El Partido
de la Liberación Dominicana. En éste convergerían 7 partidos. Movimiento
Democrático Alternativo, Cívico Renovador, UDC, Popular Cristiano, Acción
Liberal. También están el Demócrata Popular y el PRI. Todos obtuvieron el 2.21%
de los votos.
3-. El Partido
Fuerza del Pueblo. Al recién formado FP lo reforzarían 4 agrupaciones que suman
el 1.41% de los votos. Éstos son los partidos Bloque Institucional Social
Demócrata, de Unidad Nacional, PQDC y FNP.
4-. Alianza
País. Si AlPaís decide hacer honor a su nombre --y se abre y acoge a los no tan
demasiados puritanos, tal y como ellos pretenden--, podría recibir el favor de
3 organizaciones de las que participaron en las últimas elecciones. Estos son
los partidos Demócrata Institucional, Frente Amplio y Nacional Voluntad
Ciudadana. Las tres sacaron el 0.82% de las votaciones. Además podrían llamar a
los antiguos bravos revolucionarios del PTD que no saben dónde meter la cara.
AlPaís necesita más voluntades, más votos y menos pretensión.
Los tres
restantes que pasaron del 1% de ley y obtuvieron posiciones continuarán como
partidos, pero pendientes de aliarse a uno de los 4 grandes. En consecuencia,
DxC iría aliado al PRM. El viejo gran partido, PRD, seguiría acurrucado al
morado. El PRSC, dado su vocación bisagra, se aliaría al mejor postor.
Los electores
dominicanos tendrían así una boleta electoral cómoda para el discernimiento
político. La selección del candidato se haría más razonada y consciente. Porque
el votante podría optar por los demócratas liberales, o los socialdemócratas, o
por los conservadores o por los izquierdistas o centro-izquierdistas.
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