¿Por qué Luis es la alternativa al PLD?



Por Nelson Marte

Por la coherencia firme pero moderada con que ha cuestionado el  modelo de gobierno de casi 20 años de un PLD incapaz de aprovechar el crecimiento económico impulsado por las fuerzas productivas nacionales, para darle un giro fundamental a las precarias condiciones de vida del pueblo, e iniciar un sostenido proceso de desarrollo integral del país.

Sin sobrepasarse en pronunciamientos destemplados, Abinader ha mantenido un cuestionamiento serio y a fondo al colapso de todos los servicios públicos del país, como la inseguridad ciudadana, salud pública, seguridad social, ausencia de calidad en la educación pública.

Abinader ha cuestionado de manera sistemática el caos del transporte público, la falta de control migratorio, ausencia de saneamiento ambiental, deficiencia de agua potable y corriente en la mayoría de los hogares dominicanos, entre otras carencias injustificables.

Injus
tificables porque en sus 5 períodos de gobierno casi consecutivos, disponiendo el país del citado crecimiento económico, tampoco supieron aprovechar los adelantos científicos, tecnológicos y de eficiencia gerencial  que se desarrollan en todo el Planeta, entrado ya el siglo XXI.

Otra situación a la que Abinader ha dedicado atención es a la política económica de los gobiernos del PLD, caracterizada por niveles desbordados de endeudamiento público, despilfarro y mala calidad del gasto, reiterados  déficits públicos, incapacidad para concertar los necesarios pactos fiscal y eléctrico y de impulsar una estrategia de competitividad capaz de generar empleos de calidad y crear las riquezas sociales sobre las que podamos cimentar  un modelo de desarrollo incluyente y sostenible.

Buena parte de esas carencias y atraso se originan, plantea Luis, en los grandes déficits de institucionalidad,  erosionada a tales niveles que hoy por hoy no contamos con la separación e independencia de los poderes del Estado en que se fundamenta la democracia.

Que el Poder Judicial es deficiente en gran medida y junto a los cuerpos del orden ha sido penetrado por la delincuencia y el crimen organizado, como evidencia la forma descarada en que los delincuentes evaden el peso de la ley, y por la cantidad de sus integrantes involucrados en delitos de todo tipo.

Además de hacer cuestionamientos tan contundentes al agotado modelo de gobierno del PLD, en cada caso Luis ha formulado propuestas de soluciones, tantas que algunos lo identifican como “el político de las propuestas”.

Ninguno de los presidenciales del país ha sido un opositor firme y coherente como Luis Abinader frente a las fracasadas gestiones de gobierno morado.

Ningún presidenciable se ha identificado como Luis con las demandas de la sociedad frente a la corrupción y la impunidad, por eso es el único al que hemos visto caminando junto a #MarchaVerde.

Sólo Luis ha mantenido un discurso optimista y esperanzador, comprometido con un cambio de rumbo de un país que cuenta con recursos suficientes para que el dominicano viva bien, y al que sólo le falta un gobierno y un presidente como él, comprometidos con el CAMBIO.  

Luis tiene el aval de que en un tiempo en que la gente desconfía de los políticos, la mayoría de los que piensa son corruptos, Luis es un líder que puede dar una vuelta a la redonda sin que se le pueda señalar mancha alguna porque representa una familia que ha hecho marca del trabajo y la honestidad.   

Todo eso explica que concluida la Semana Santa, cuando inicia la recta final de la carrera por el poder, Luis Abinader es el presidencial mejor situado de cara a la competencia de 2020, conforme ha indicado en marzo Gallup-Hoy, la encuesta que cuenta con más credibilidad en el país. 



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