POR ROLANDO ROBLES
Cuando escuché este grupo de “carajitos” -pues la mayoría de ellos aún
no puede comprar una botella de alcohol en Nueva York- imaginé que eran solo un
gran invento de Geraldo Rosario que, a pesar de haber nacido el mismo año que
el PLD,no forma parte de su militancia ycuenta con una muy sólida formación
profesional, acompañada de una imaginación a todas luces desbordante.
Supuse que estos muchachos, que mayormente no han votado nunca, se
interesaron por la candidatura de Leonel Fernández porque habían oído que él
creció en la ciudad, por una parte, y porque donde quiera que hay dominicanos -hembras
o varones- hay merengue y bachata, un aliciente irresistible, no importa dónde
hayan nacido ni la edad que tengan. No en balde, la música es parte del nuestro
ADN.
Pero, además, asumí que posiblemente, esa identificación con un hombre
que para ellos ya es un “viejo”, se debe “al dicho dado por hecho” de que
Leonel hizo de Santo Domingo un “Nueva York chiquito”. Y ellos, viviendo en la
capital del mundo, valoran ésto con optimismo, generandoa su vez, una especie
de identificación con los planes políticos de un hombre que al igual que ellos,
vivió, estudió y “hangueó” en Washington Heights.
Esa sinergia con el candidato la capté de inmediato; es que ellos
entienden que Leonel los representa y por tanto actúan en consecuencia. Lo que
no esperaba yo, era la capacidad de respuesta organizativa de este grupo que
proclama estar inspirado en el antiguo y legendario ejercito espartano de la
milenaria Grecia.
Ya entrando en conversación franca con esta trulla, lo cierto es que
me resultaron expertos en asuntos de redes y, además, me mostraron al detalle
el alcance de su proyecto. Hablaron sin parar del impacto que genera en la
política de hoy, la presencia masiva de un ejército de jóvenes estudiantes y
profesionales, tocando puertas digitalmente a todo hombre o mujer que se
interese por retomar el camino del progreso y la valoración del ser humano en
nuestro país, mas allá de si están organizado o no en partido político alguno.
De la posición de maestro que adoptamos, en virtud de las horas que en
general mi generación le ha dedicado a eso de “encaminar la juventud”, me
hicieron volver al pupitre cuando, sincronizados como una pieza de fina
relojería, Joyner Jiménez, Wascarina Cabral y Edwin Paredes, me mostraron con
la evidencia de los medios haciendo de testigos, cómo Barack Obama pasó de ser
un desconocido senador, a presidente de Estados Unidos.
Edwin, paso a paso, demostraba cómo se iba posicionando en la simpatía
de los votantes la idea de que el fuerte “era El Moreno y no Omega”, haciendo
una fina analogía con el escenario criollo; y que mas aún, el éxito no sería un
asunto fortuito. Obama escogió apoyar su campaña en el potencial de las redes y
su acierto ya es historia.
Casi de inmediato, como se pasa el cambio de “segunda a tercera” en
los autos mecánicos, sin ningún chirrido ni sobre salto, Wascarina conectó el
triunfo de Trump con la media individual y la plataforma de “twitter”. Es un acontecimiento digno de análisis, la forma
de como “un político anti político”, con un discurso dirigido a los votantes
reales y un simple teléfono celular, fue capaz de convertirse en el presidente
#45 de USA y claro, esto sucedió contra todopronóstico.
No había digerido bien las opiniones de esta autosuficiente chica, de
cara fresca y desinhibición total, cuando Joyner pasó a la “cuarta” y me sentí
que casi perdía los líquidos renales con la velocidad. “No se preocupe Don, que yo lo que brego es con bicicletas, pero eso sí,
bicicletas que vuelan”.
“Leonel tiene 200 veces mas posibilidades que Obama
y Donald Trump, porque ellos eran ‘primerizos’ los dos; pero mi presidente es
un veterano de la palabra y del accionar desde el Estado, que sabe generar
confianza, crear riquezas y esparcir bienestar; y eso lo entienden los
dominicanos de aquí y de allá; él solo tiene que montarse en la plataforma de
nosotros y el 16 de agosto de 2020 -lo estamos invitando desde ahora- prepare
su traje para la juramentación”, me
aseguró con el mas absoluto convencimiento.
Mientras tanto, Mike Quezada, MinorkyJiménez y Geraldo Rosario, los
artífices de esta encerrona en que estaba metido, se solazaban y reían a
discreción de mi sorpresa de jabalí encerrado. Es que ciertamente, este equipo
es formidable, como el espartano. Nadie aparenta estar armado, pero todos disparan,
tiro a tiro como los imponentes “máusers 98”; pero también en ráfagas, como los
M16 o con la potencia de los misiles de largo alcance.
Ya un tanto repuesto y con dos tragos del fino escoces de 21 años que
me ofrecieron, quise escuchar ahora a los comandantes, a los estrategas de los
300 con Leonel. Mike me miró y dijo, sin asomo de preocupación: “ni Geraldo ni yo vamos a decir nada, que te
explique Minorky, que es la dueña de la casa y la responsable de Organización
del proyecto”.
La doña, o más bien “la grúa”, acepta Geraldo sin chistar, respiró
profundo y comenzó a describir lo que ella denominó: “la verdad, verdad de los
300 con Leonel”
“Mire Don, esto lo pensaron muy bien Mike y Geraldo,
yo solo trato de darle forma orgánica, de ponerlo en escena. Leonel Fernández
es el único político nuestro con experiencia de Estado, probado prestigio
internacional y una obra de gobierno que puede despertar pasión en las masas
votantes; porque todos sabemos que Leonel cumple con lo que promete y sabe
echar el país adelante.
Las dos veces que lo recibió, en 1996 y 2004, lo
encontró con una crisis política o económica y lo sacó a flote; ahí están los
hechos, que no me dejan mentir.
Ahora es diferente, el país marcha mucho mejor en
sentido general, la obra de gobierno ha sido buena. Pero la ley es la ley; y
hay que elegir un nuevo presidente en mayo de 2020. Leonel es la mejor opción
del país y la única que tiene el partido para conservar el poder.
Pero, por otro lado, el presidente Fernández sabe
que tiene que concluir su obra y para eso quiere volver al poder, para
convertir en bienestar y quellegue a los mas necesitados, todo ese crecimiento
económico y desarrollo social que han generado los gobiernos del PLD.
Él siente que tiene algo pendiente con el pueblo y
viene a cumplir con ese propósito de Estado.
Después de esta andanada, preferí sentarme junto a Mike, que somos los
únicos viejos en este ejército, a saborear esto que los antiguos escoceses
llamaban “uisge beata” o sea, “agua de vida”, y claro que se vive con este
líquido divino.
Al fin, los “carajitos” han resultado tener pantalones largos en la
búsqueda del poder político; sin duda, son la mejor
adquisición que ha hecho Leonel Fernández.
¡Vivimos, seguiremos disparando!
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