A
PROPOSITO DEL DESARROLLO
Por Rafael Matos
Féliz
Después de la
visita del ingeniero Medrano a la zona, nos quedó el sabor amargo de que algo
malo se cernía sobre los acuerdos para realizar la permuta y la construcción de
la Ciudad Universitaria. Pocos días después se hicieron correr los rumores de
que el Secretario de Turismo, Felucho Jiménez, tenía previsto un “gran proyecto
turístico”, con españoles, en los terrenos de la Quinta Brigada y con torres de
hasta 8 niveles.
Ya estábamos
entendiendo qué quiso decir Félix Bautista cuando señaló, que esos terrenos
representan “una extraordinaria plusvalía”. Días después salió un Decreto que cambiaba
todo lo acordado para la permuta, modificaba las cláusulas originales, los
acuerdos consensuados y sin discutir con la UASD, mandaba a que la Ciudad
Universitaria fuera construida en el “rabo del monte”. Lógicamente, nos
opusimos a eso y reclamamos el respeto a los acuerdos; pero se conoce que los gobiernos,
el gran capital y los empresarios desprecian a los sectores más empobrecidos de
los pueblos.
Solicitamos,
mediante comunicación, las cláusulas y acuerdos originalesy los oídos sordos
fueron las respuestas delnuevo gobierno. Se nos dijo después que en realidad, en
el gobierno no estaban interesados en la permuta sino en construir una nueva
Ciudad Universitaria, pero donde ellos quisieran. Ahora, desde la guardia, se
continúa con el interés de mantener las violaciones a los acuerdos y pretenden
ocupar los terrenos de Riochill y mantenerse en la Quina Brigada también. ¡Qué
bueno es así!
Cuando vimos
todas esas violaciones propiciadas por el propio gobierno, a los planes y
acuerdos consensuados, en el CURSO se gestionó para que el entorno de la nueva
Ciudad Universitaria no sea un arrabal, como muchos sectores partidistas
buscaban. Ahora los miembros del nuevo partido en el poder, también se frotaban
las manos para buscarse un pedazo en los terrenos de la Quinta Brigada. Y para
llevar a cabo esos desmanes, se tomó a la inmobiliaria local del Consejo
Estatal del Azúcar (CEA) para que “vendiera a trocha y mocha” todos los
terrenos restantes a “partidarios o amigos”.
Es de ahí que
con más de 20 entidades sociales, religiosas, territoriales, se consensuó un
Reglamento de Uso de Suelos de esos terrenos para un futuro desarrollo sostenible
del municipio y provincia. Ese reglamento, además de la Ciudad Universitaria,
prevé un Centro Tecnológico, la ubicación de todas las oficinas del Estado
(Gobernación, IAD, Agricultura, INDRHI, el Ayuntamiento, etc.). También se
incluyó un Centro Cultural, un área ambiental ecológica y el Bulevar del
Malecón, incluyendo desde El Cayo hasta el Puerto Marítimo de Sal y Yeso.
Dicho Reglamento
fue aprobado a unanimidad el 5 de agosto del 2005 por la Sala Capitular del
Ayuntamiento, con la presencia de 23 organizaciones de la provincia.Además
propusimos, al mismo tiempo, otro Reglamento para la creación de un Parque
Fluvial Urbano con el Río Birán como elemento clave para la adecuación
ambiental, de salud y vial en el municipio. Este otro reglamento también fue aprobado
el mismo día.
Pero para
desgracia y desdicha del municipio y provincia de Barahona, ambos reglamentos
fueron tirados al zafacón por el Gobierno Central y por el propio Ayuntamiento.
En el caso delreglamento relacionado con los terrenos de la Quinta Brigada, solo
se trabajó con lo del bulevar y no como fue acordado sino como le dio la gana a
Turismo. Después se “vendieron o regalaron” varios solares. Se construyó una
“Central de Ambulancia”. Ahora se hace la llamada “Circunvalación Interna” yaparece
una familia de apellido Montás ydice que lo que queda del terreno le pertenece.
¡EPA!
En el caso del reglamento
para el Parque Fluvial del Río Birán, a los pocos meses de aprobado el mismo,
varias personas tomaron las márgenes y aproches de los puentes para hacer construcciones
ilegales, como fueron los casos de los puentes de las calles Arzobispo Nouel,
María Trinidad Sánchez, Delicias y Padre Billini. Las malas lenguas dijeron que
eran amigos del alcalde o del ayuntamiento. Pero eso no lo sabemos.
Finalmente, la Ciudad
Universitaria fue construida, pero el área total que para la misma se estableció
en el decreto, 105 mil metros cuadrados, al finalle
restaron 13 mil; dejando en ellos, chiqueros de vacas, viviendas y solares que
fueron tasados para pagarlos, a fin de crear todo un entorno académico y esto
último no se llevó a cabo, sin embargo se dijo que el presupuesto gastado cubrió
todo lo previsto, aunque no se hiciera.
Nos contactamos
en otra ocasión,
Por el
Desarrollo Sostenible
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