33 películas dominicanas en el 2025 y 12 anunciadas para 2026. El cine tuvo movimientos que fortalecieron su esencia; produjo historias que cruzaron géneros, geografías y sensibilidades
Por José Rafael Sosa
Estas son, hasta ahora, las películas
dominicanas anunciadas para estreno en 2026.
En ficción: Milly, reina del merengue:
Esta es quizás la producción más esperada. Dirigida por Leticia Tonos, la
película biográfica sobre Milly Quezada tendrá su estreno mundial el 28 de
enero de 2026, inaugurando la 18ª edición del Festival de Cine Global.
A Few Days in the Sun: Una coproducción
entre República Dominicana y México que terminó su rodaje recientemente y ha
confirmado su estreno para algún punto de 2026.
La Empleada: Un thriller de misterio que
figura en las carteleras preliminares con una fecha tentativa de estreno para
el 1 de enero de 2026, pero esas fechas a veces no se cumplen porque en los
ambientillos audiovisuales nada se siente y estamos a horas….
Elena y el Mar. La veterana Ruth Emeterio
hace su segundo protagónico, luego de Sugar Island, con Elena y el Mar, bajo la
dirección de Tito Rodríguez. Es una historia emotiva y dramática de inmigración
y familia. Además de Ruth Emeterio,
actúan Niurka Mota, Stuart Ortiz y Escarlet Alburquerque, quienes conforman los
personajes principales de esta historia, producida por La Aldea. No se anunció
la fecha de estreno, pero en los mentideros fílmicos se habla de entre junio y
octubre por los cines Caribbean Cinemas.
De tal palo, tal astilla. Enero/Febrero
2026 – Comedia dominicana dirigida por Frank Perozo con un elenco local bien
conocido.Tiene en su cuerpo actoral a Raymond Pozo, Miguel Céspedes, Alex Díaz,
Hony Estrella y Cheddy García. Se prevé que se perfile como uno de los
lanzamientos populares dominicanos de principios de año. Se sabe que este
regreso a la comedia de Perozo, luego de Baño de mujeres (terror/suspenso),
llegará recargado.
Los rechazados: Misión espacial. 05 de
marzo 2026 – Otra comedia dominicana, continuación de la saga iniciada por la
primera película Los rechazados, producida por Bou Group, con enfoque en una
aventura cómica espacial. Un
atrevimiento fílmico al basarse en locaciones y ambiente no explorados antes
por la industria del cine local. Los creativos guionistas y productores (José
Ramón Alama y Héctor Manuel Valdez, quien tiene ya experiencia con producciones
que involucran seres espaciales o mágicos) tratan de hacer este aporte y
demostrar que se pueden romper esquemas y moldes y seguir impactando al
público.
La Resistencia de los Ramírez: Dirigida
por Brahyam Humphreys, de la cual se sabe poco por lo que hay que esperar. No
se sabe el género, pero el título tiene un olor a comedia que no se lo despinta
nadie.
Las Flores: Dirigida por Katherine Díaz.
Poca información en derredor.
Tivonage: Un proyecto de Miguel Batista
bajo la productora Infrarojo Films. De igual modo, quienes suministran la
información saben lo que usted y yo: nada más.
Documentales
Dominicana: A Republic of Records
Producción finalizada —aunque no hay fecha oficial de estreno en cines, se
espera lanzamiento en 2026 o en circuitos de festivales—, que celebra dos
récords culturales dominicanos: la mayor danza de merengue y la mayor danza de
bachata registradas mundialmente, explorando el valor cultural y social de
estos ritmos.
Marileidy. Estreno para el verano de 2026.
Una película biográfica inspirada en la vida de Marileidy Paulino, la atleta
olímpica dominicana que hizo historia en los Juegos Olímpicos de París 2024,
dirigida por Tito Rodríguez y protagonizada por Yisneidy Alcántara como
Marileidy. Busca inspirar a nuevas generaciones con la historia de esfuerzo,
disciplina y éxito de la protagonista. Estuvimos en el lanzamiento del proyecto
invitados por Caribbean Cinemas, y la sensación que ha quedado es de que se
trata de un proyecto bien pensado, emotivo y ejemplar. Pero hay que ver si el
director dominicano residente en Valencia lo logra expresar con la magnitud
esperada.
Tres Balas: Documental de Génesis Valenzuela
sobre el asesinato de Lucrecia Pérez en Madrid. Se espera a fin de ano luego de
pasar por tres o cuatro festivales internacionales. Lucrecia Pérez fue la
primera mártir de la intolerancia xenofóbica con sello europeo y en especial
con signo ibérico-nazi. Su asesinato generó un movimiento social que modificó
la percepción de los inmigrantes, establecido nuevas normas legales y provocó
el sometimiento a la justicia de los asesinos que fueron condenados en
justicia. En el caso tuvo un papel determinante la doctora Bernarda Jiménez
Clemente, fundadora de VOMADE -VINCET, una oenegé que defendía las madres
latinas inmigrantes a Espana. Jiménez Clemente falleció en 2025.
Nieta de mi Abuela: Documental de la
reconocida fotoperiodista Tatiana Fernández Geara, que ha trazado una línea
temática en materia de cine documental de entramado familiar desde la
cotidianidad.
Producciones estrenadas en 2025
En 2025, se estrenaron 33 películas de
factura nacional repartidas en siete géneros: documental, cine de autor,
suspenso, animación, acción, drama y comedia, que han ratificado el regreso del
público a las salas, del cual se había alejado luego de 2020 por la pandemia de
Covid-19.
Las películas dominicanas estrenadas
fueron:
Pepe, de Nelson Carlo de los Santos, fue
la obra cumbre del año y la película dominicana de mayor reconocimiento
internacional, al triunfar con Mejor director en la Berlinale 2024.Ese
hipopótamo que cuenta su propia historia —mitad sueño, mitad fantasma, mitad
espejo— se convirtió en una metáfora del desarraigo caribeño, de la identidad
en tránsito, de las muertes que cargamos dentro.
La Bachata del Biónico, de Yoel Morales,
estableció un lenguaje audiovisual distinto a lo conocido: un estallido de
gracia espontánea que mezcló falso documental, drama social y humor sin pedir
permiso. El director, proveniente de la Escuela de Cine de la UASD, lo
recordamos al conocerlo con su fábula fantástica rural Azul Magia, que vimos en
Palacio del Cine.
A Tiro Limpio, de Jean Guerra, un
blockbuster de acción concebido desde un corto de 2013 hasta convertirse en uno
de los proyectos más ambiciosos del cine dominicano. Poder visual, ritmo,
ambición: todo en su sitio. La sorpresa en clave fantástica llegó con Baño de
Mujeres, la incursión de Caribbean Cinemas como productora. La película
deslumbró por su factura técnica y por la transformación radical de Frank
Perozo, quien además dirigió.
Madre, a dos centímetros de ti (Desireé
Díaz Silva) Fue una de la joyas de 2025
que entendemos no tuvo el reconocimiento que mecería. Emocionalmente e intensa
que invita a la reflexión sobre los vínculos familiares. Helena (interpretada
por Yany Prado), quien regresa a su pueblo costero en República Dominicana tras
una ausencia de diez años para intentar recuperar a su hija Abril, ahora criada
por su madre, Doña Lola (Mónica Bardem
Au Revoir, de Rony Castillo, representó el
viaje íntimo del amor en el marco de un guion finamente estructurado, con
sentido, que dio penetración a la primera dominicana en ser proyectada en el Festival
de Angoulême, Francia. Su narración delicada y contenida evitó con dignidad el
melodrama fácil, explorando la ruptura emocional con una sensibilidad
transnacional que reunió acentos y rostros venidos de distintas geografías.
Dossier de ausencias. (Rolando Díaz). El
crítico Marc Mejía sostiene que la cinta propone una mirada íntima y contenida
al impacto emocional de la adopción forzada en contextos de vulnerabilidad. Con
un enfoque documental que se entrelaza con recursos narrativos del drama, la película
sigue a una periodista que busca a Moraima, una mujer que fue dada en adopción
a los dos años.
Tíguere, de José María Cabral, volvió a
desarmar la masculinidad tóxica desde un campamento juvenil. Manny Pérez
ofreció una de sus actuaciones más sólidas, atrapado en un personaje que se
deshace y se revela y dejando ver la mano increíblemente diestra de Cabral, a
pesar de su juventud.
Cucú, el thriller psicológico dirigido por
Tito Rodríguez, con Marlon Moreno y Evelyna Rodríguez atrapados en un
matrimonio que viaja a las montañas buscando reparación, pero encuentra un
enigma humano encarnado en un lugareño inquietante. Coproducción dominicana-colombiana-mexicana,
su relato disecciona la pareja, el miedo y la fragilidad de los vínculos.
Sugar Island, de Johanné Gómez Terrero, Y
desde una sensibilidad etnográfica conmovedora emergió esta la historia de una
adolescente dominico-haitiana cruzada por desigualdades ancestrales. Obra
premiada internacionalmente, reafirma a Gómez Terrero como una autora de mirada
aguda y necesaria.
La Estrategia del Mero, del colombiano
Edgar De Luque Jácome, es otro triunfo regional de la coproducción que unió al
país con Colombia llegó con reconocida como Mejor Ficción en el Festival
Internacional de Cine de Cuenca. Una pieza que sumó aire fresco a la cartelera
local.
Libélula, de Rony Castillo, se convirtió
en una joya mínima: un drama migrante sostenido por Judith Rodríguez y Pepe
Sierra en un duelo interpretativo que roza la pureza. Filmada en un solo
espacio, la historia respira por la fuerza de su guion y la verdad de sus
actores.
El cine espiritual tuvo su nota con Día 8,
de José Gómez, inspirado en la figura del padre Emiliano Tardif. Una pieza bien
estructurada y con actuaciones dignas de la seriedad eclesial del trabajo.
Terror/suspenso: Baño de mujeres (Frank Perozo) fue un
atrevimiento de Caribbean Distributions que salió por la puerta grande: cine de
terror y fantasía asumido desde la gran producción de cine industria dominicana
por parte de una productora que había hecho de las comedias, su nicho.
Actuaciones sobresalientes de Judith Rodríguez y Frank Perozo, que asume una
transformación física y psicológica de alto nivel, además del debut de una
joven actriz que estuvo a las alturas, y que llegó más allá: Angelique Burgos,
entre otros.
Animación:
Olivia y las Nubes, de Tomás Pichardo Espaillat, fue un poema visual.
Con técnica artesanal y slow motion, elevó la animación dominicana a su cima
estética. Jurados internacionales y crítica coincidieron: es una obra que marca
época.
Comedias, nuevas formas de reír: Los
Rechazados: Operación Submarino, de Yasser Michelén para Bou Group. Comedia
coral, frenética, con un Salvador Pérez Martínez magistral y jóvenes
intérpretes que confirmaron una nueva energía actoral, además de los aportes de
Frank Perozo, Pepe Sierra y otros talentosos. Fue la película dominicana con
mayor recaudación en RD en 2025, con más de RD$53 millones, colocándose segunda
en el ranking general del año dentro del país.
Carlota, la más barrial, también de Yoel
Morales, fue un fenómeno popular: una fábula urbana que conquistó salas, calles
y conversaciones, encaminándose a récord de permanencia. Se convirtió en uno de
los filmes dominicanos más vistos por semanas tras su estreno en agosto de
2025, manteniéndose en el primer lugar de taquilla durante varias semanas.
Desde España y RD llegó Amanece en Samaná,
de Rafael Cortés, juego de equívocos y sentimentalidades en clave de humor
dramático.
La Güira y la Tambora (Adrian Pucheu) Es
homenaje fresco y emotivo al merengue típico y la cultura dominicana,
destacando por su mezcla de comedia romántica, música auténtica y la esencia de
los pueblos. En la cinta, los instrumentos en sí son pilares del folclor
dominicano y caribeño, cruciales para el merengue típico y otras danzas,
valorados por su sonido y rol en la identidad cultural.
Sanky Panky 4: De Safari (Elías Acosta) Es
una cuarta parte que buscó reivindicar el desastre que fue la parte tres y
aportó elementos distritos pero la frescura e impacto de la primera parte se
sigue extrañando.
Medias Hermanas, (Yoel Morales), equilibró
actuaciones naturales y profesionales en la mejor versión latina de la película
peruana de 2012 y ha logrado buen impacto de permanencia en pantalla, vocación
popular y cierta aceptación de la crítica.
Documentales: la memoria vuelve a hablar
El Triunfo de la Democracia, de René
Fortunato, su obra final, fue reconocida con una estrella de bronce en el Paseo
de la Fama de Cine Downtown. Una despedida magistral. Fortunato es una figura
que apenas ahora comienza a ser conocida. De ser criticado y difamado, hoy se
revela su naturaleza verdadera: la de un rescatador, conservador y donador de
imágenes históricas en movimiento,
La 42, de José María Cabral, llevó la
cámara a las entrañas del barrio Capotillo, mostrando cultura, música,
violencia, turismo y contradicciones. El documental es incisivo, impecable y
supo desentrañar la esencia del destino, alejado de prejuicios y mostrando el
valor humano de sus residentes.
Wilfredo: El legado de un genio del lente,
de José R. Soto Jiménez, honró al pionero de la fotografía dominicana con
imágenes de belleza hipnótica. Bien hizo Soto Jiménez con consagrar la labor de
Wilfredo García.
Kasimiro, de Boynayel Mota, capturó
rituales afro dominicanos con delicadeza etnográfica.
El Pico Duarte, de Rubio Pitaluga y García
Dickson, fue una oda al ecosistema más alto del Caribe. Un trabajo que
actualiza los documentales anteriores de Claudio Chea y Fernando Báez.
Sueños Dorados, de Mariano Pichardo, narró
la trayectoria inspiradora de Marileidy Paulino, en un empeño de gran poder
visual siguiendo a la atleta en su recorrido humano y deportivo.
Artesanos: Ingenio de las Manos celebró al
país creador de objetos, resaltando la sabiduría popular, la destreza manual y
la continuidad de tradiciones que definen la identidad cultural dominicana.
El Padrino II: 50 años y su filmación en
RD, de Pablo Lozano, revisó ese capítulo legendario de nuestra historia
cinematográfica, resaltando el impacto simbólico y logístico de una de las
grandes producciones del cine mundial rodada en territorio dominicano.

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