Por Luis Aníbal Medrano S.
Por esos designios de la vida, donde el
proceso ineludible que se le asigna a cada ser humano al nacer concluye su fase
final, donde la nefasta muerte selecciona sin apelación, nos tocó rendir
tributo presencial al cuerpo inerte de un ser humano excepcional que nos indujo
con su ejemplo a participar en política y adentrarnos en el maravilloso mundo
municipal auténtico.
Rafael Antonio Suberví Bonilla, representó
para muchos, jóvenes entonces, maestro y guía en la política aún romántica, nos
enseñó el arte de la concertación en el amplio sentido de la palabra, hasta tal
punto que conformó un equipo nacional e internacional de verdaderos gladiadores
de la política vernácula que con el paso de los años han sido triunfadores en
diferentes sectores de la vida nacional y conspicuos manejadores de asuntos de
Estado.
Este pasado 15 de julio del 2025, partió a
la eternidad el abogado y político, quien en su momento se desempeñó como síndico,
diputado y secretario de Estado, pero por sobre todo, un hombre con una calidad
humana indescriptible que poseía la escasa característica de ayudar al
necesitado de una forma desinteresada a tal grado que son miles los dominicanos
que directa o indirectamente les favoreció con sus manos bondadosas Fello
Suberví y que con el tiempo no ha
borrado las huellas de esas acciones benefactoras.
Somos abanderados del municipalismo
auténtico, no comercial, por sus enseñanzas, por los doce años de trabajo político
y municipal en su corriente política, la más progresista y que poseía ideas
preclaras que las manos oprobiosas del populismo rancio bloquearon su ascenso
al poder. Aun así, sus miembros que participaron en los gobiernos perredeistas
dieron cátedra de gerencia.
Consideramos que no son suficientes las
páginas de un diario impreso o digital para desplayar palabras, frases y
oraciones hilvanadas de manera tal que cuenten la historia de este ilustre
barahonero que en la práctica fue un ciudadano nacional.
Es por lo que, comentábamos uno de sus
hijos y quien escribe, que al velatorio de su padre Fello Suberví hizo acto de
presencia el Fellismo Histórico casi en pleno, y mentalmente agregué con
emoción cargada de tristeza, que Don Fello merece ese tributo y muchos más.
Aprobado.
El autor Luis Aníbal Medrano S. es
periodista, municipalista y político.
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