Advierte política migratoria del país solo la marca el gobierno dominicano y la ejecutará siempre en defensa de la soberanía nacional.
Santo Domingo. - El presidente Luis
Abinader llamó hoy a un gran Pacto de Nación, para una política de Estado,
firme, estratégica y uniforme que proteja y dé confianza al pueblo dominicano.
El mandatario manifestó que la República
Dominicana en todo lo relacionado con Haití y sus crisis, debe tener una
posición unificada o del más amplio consenso.
“Debe enviar un solo mensaje, a partir
de los postulados iniciales de la política exterior: no hay ni habrá solución
dominicana a los problemas de Haití; los problemas de Haití deben resolverse en
Haití, mediante una fórmula de corresponsabilidad compartida, que no excluya a
los haitianos, pero que garantice el compromiso de los que más deben y pueden,
entre los países más desarrollados”, expresó.
En su discurso de Rendición de Cuentas
ante la Asamblea Nacional, en ocasión del 179 aniversario de la Independencia
Nacional, el presidente Abinader expuso que uno de esos objetivos estratégicos
que generan un amplio consenso es el de la construcción de la primera fase de
una valla fronteriza.
De la cual, agregó, durante el pasado
año 2022 se comenzaron a construir 54 kilómetros, en las zonas de mayor
población y que estarán terminados el próximo mes de mayo.
Protección de la integridad de RD a lo
largo de su frontera
“Nunca antes ningún gobierno había hecho
tanto por proteger la integridad de la República Dominicana a lo largo de su
frontera, ni había manifestado tanta firmeza en nuestra política migratoria, en
consonancia con los derechos humanos, pero sin titubeos a la hora de su
aplicación, aseguró.
En ese sentido, informó, este pasado año
se ejecutaron 171,000 deportaciones frente a las 85,000 realizadas en 2021, lo
que supone un incremento del 102%. En el 2019 las deportaciones fueron 67,400 y
por poner los datos en perspectiva, en 2011 de 8,636.
El jefe de Estado destacó que por
primera vez están sometiendo a la justicia a los traficantes de migrantes y
citó como ejemplo de esto, la Operación Frontera, conocida desde la pasada
semana con diversos apresamientos y que va a continuar sin contemplaciones.
“Quiero dejar claro que nuestra política
migratoria la marca solo el gobierno dominicano y la ejecutaremos siempre en
defensa de nuestra soberanía”, advirtió el mandatario.
Resaltó el importante impacto que ha
tenido el activismo de República Dominicana en la Organización de las Naciones
Unidas frente a la situación haitiana.
Agregó que las posiciones expuestas por
la representación dominicana en las asambleas de la ONU y en las sesiones del
Consejo de Seguridad y otros organismos internacionales han sido enfáticas
sobre la necesidad de sentar las bases hacia una mayor ayuda para Haití y la
creación de una fuerza internacional, de apoyo a la Policía Nacional haitiana y
de persecución a las bandas criminales que lo azotan.
Comunidad internacional que no actúa
ante dramática crisis de Haití
“Nunca la situación de nuestro país
vecino había sido tan dramática. Haití es hoy un país devastado por las crisis,
con un Estado colapsado y una comunidad internacional que no actúa”, sentenció
Abinader.
Y agregó: “Por eso, les pido a todos
responsabilidad para apartar el problema haitiano de nuestra lucha partidista y
que lleguemos a un gran acuerdo nacional, a un pacto de país, que nos
comprometa desde nuestras posiciones y que dé una respuesta unánime en la
defensa y la protección de nuestra soberanía”.
El jefe de estado sostuvo que se deben
adoptar compromisos con la formulación y ejecución de políticas de Estado
eficaces y coherentes, tanto en materia de seguridad y defensa como de política
exterior, en relación a la crisis de Haití.
Esto implicaría necesariamente, indicó,
asumir una agenda de corto, mediano y largo plazo para enfrentar el proceso de
desnacionalización de los mercados laborales y la sobrecarga de servicios
públicos esenciales con sus efectos adversos sobre las condiciones de la
población dominicana más vulnerable, tanto como el rezago de la modernización y
tecnificación de áreas de producción estratégicas, que comprometen seriamente
aspectos de la seguridad nacional.
En lo inmediato, propuso adoptar un
mecanismo de consulta permanente, que no necesariamente debe ser formal,
oficial y público, pero si debe ser confiable, efectivo y ágil, entre los
actores políticos y nacionales principales, para asegurar que las decisiones
importantes o sensibles relacionadas con la agenda de las relaciones insulares
y sus vinculaciones con la agenda de poderes foráneos y organismos
internacional, tengan el más amplio consenso y las mayores garantías de implementación.
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