Por Miguel Ángel Cid Cid
Junto al coronavirus, un terrible fantasma recorre
el mundo. Se trata del bulo, que hoy se le llama con una frase más llamativa:
teoría conspirativa. Y son tantas las teorías conspirativas que, en esta
ocasión, solo recuperaré las vinculadas a las vacunas contra la Covid-19.
La marca de la Bestia
Con las vacunas se implanta la marca de la Bestia.
La historia pretende evocar la profecía bíblica, narrada por los apóstoles San
Juan y Daniel en el Apocalipsis, capítulo 13 y 17. Esos apóstoles hablaban de
una Bestia, cuyo único objetivo sería obligar a los hombres a adorarla. De modo
que aceptar esta verdad no pasa por elduro ejercicio del razonamiento, sino por
el terreno blando de la fe.
El chip liquido de monitoreo
Las vacunas son la vía expedita para que la Bestia
implante su marca en la gente. Lo que te inyectan no es un antivirus. En
realidad es un chip para manipular todo lo que hacen los ciudadanos en el
mundo. Para reforzar el rumor combinaron la profecía citada más arriba con la
noticia de que China colocó miles de cámaras en calles y plazas para detectar
los sospechosos del contagio.
Ninguna empresa tecnológica ha logrado la creación
de un chip líquido. Pero los antivacunas auguran que la verdad se sabrá cuando
todos tengamos el chip implantado y corriendo eficientemente por el torrente
sanguíneo.
El imán
Antes de desinflarse el globo del chip líquido llegó
la teoría del imán en la vacuna. Los especuladores aseguran que luego de uno
vacunarse, los metales se quedan pegados a la altura del brazo donde fue
inyectada. Tengo un amigo que hizo la prueba. Pero como los resultados
esperados no llegaron, decidió burlar a sus amigos. Se colocaba un imán
poderoso debajo del brazo, lo apretaba, se pegaba una cuchara y ahí estaba la
prueba contundente de la teoría conspirativa.
El tumba el brazo
Alguien cercano concertó una salida con una
enamorada, luego de que ambos estuvieran vacunados. Él cuenta que de inmediato
ella le dijo “Ay, no. Eso tumba el brazo”.
Extrañado le preguntó ¿Cómo así que tumba el brazo?
A lo que ella con picardía le respondió:
-- Tu sí que eres bobo. La vacuna lo tumba, querido.
Te quita la potencia del brazo.
Las vacunas y la placenta del aborto
Una pareja de profesionales de la salud se hizo eco
del invento más reciente.
Los familiares de ambos médicos, que son excelentes
profesionales, se resisten a inocularse. Porque, alegan, las vacunas son
producto del pecado orinal. El aborto es un pecado mortal y las vacunas son
fabricadas con las placentas expulsadas de las mujeres que se practicaron
abortos.
La especulación, el buscarle la quinta pata al gato,
es una característica de los humanos. Es de humanos por igual, ser inteligente,
racionales. Caer en las trampas de la especulación es propio de estos tiempos
digitales. Pero lo sorprendente es que son las naciones más poderosas las que
crean estas, y más historias de fantasías.
Imagine por un instante cuando usted era inocente.
Recuerde su primera vacuna. ¿Es imposible verdad? A todos nos pasaría igual si
hacemos el mismo ejercicio, porque cuando fuimos inmunizados por primera vez ni
siquiera sabíamos hablar. ¿Acaso has pensado en que usted violó los derechos de
su hijo, igual como lo hicieron antes con usted? ¿O es que sus hijos no están
vacunados?
Vacunarse es respetar su vida y la vida de los
demás.
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