Hipólito Mejía insta a apoyarnos en el ideario de Juan Pablo Duarte para enfrentar retos de RD hoy


 

“Desde la distancia en el tiempo también nos llama Duarte a permanecer unidos y confiar en Dios, afirma.

 

SANTO DOMINGO, R. D.- El expresidente Hipólito Mejía afirma que el mejor homenaje que podemos rendir al patricio Juan Pablo Duarte hoy, es abrazarnos a sus ideas y valores para actuar con sabiduría, coraje, solidaridad y amor a nuestra patria y a nuestros conciudadanos, especialmente a los menos favorecidos.

 

En su mensaje con motivo de la conmemoración este 26 de enero de un nuevo aniversario del natalicio del patricio, Mejía dice que ese merecido homenaje a Duarte es inseparable del uso de los recursos públicos para el bien común y no para el beneficio de unos pocos.

 

“Recordemos que nuestro Padre de la Patria practicó con pulcritud ejemplar la rendición de cuentas por los recursos puestos en sus manos. Hoy, cuando no abundan los recursos económicos, ese debe ser un referente ineludible en el uso de los fondos públicos”. Expresa el exmandatario.

 

“La conmemoración del Día de Duarte este 26 de enero es una magnífica ocasión para honrar el legado de un ciudadano ejemplar que dedicó su vida a construir la Patria que nos define como dominicanos. El nacimiento de la República Dominicana el día 27 de febrero del año 1844 es inseparable de sus ideas, valores y acciones”, dice.

 

Resalta que esas ideas sirvieron para definir el difícil camino que había que recorrer para ser libres y soberanos. Sus valores sirvieron como guía para transitar exitosamente ese camino lleno de obstáculos y peligros.

 

Asimismo, sus acciones construyeron los cimientos y garantizaron los recursos necesarios para luchar, triunfar y hacer realidad el sueño de vivir en una República Dominicana libre, soberana e independiente.

 

El expresidente Mejía dice que: “Desde la distancia en el tiempo también nos llama Duarte a permanecer unidos y confiar en Dios.

 

Afirma que el llamado de Duarte a ser justos, lo primero, sin queremos ser felices, suena hoy con la misma fuerza y verdad con que fue hecho por nuestro inmortal patricio. Con igual firmeza y claridad escuchamos la voz de Duarte decirnos “¡Trabajad, trabajad sin descanso!”.

 

“Así como el ideario de Duarte dio sustento ético y moral a la lucha por nuestra independencia política, hoy debemos apoyarnos en esas mismas ideas para superar los desafíos que enfrenta nuestra nación en este momento, particularmente difícil y complejo para nosotros y toda la humanidad, resalta.

 

Mejía afirma que, en efecto, la pandemia causada por el COVID-19 representa una amenaza real para hacer realidad nuestro sueño de hacer de la República Dominicana una nación próspera, justa y con oportunidades para todos.

 

Expresa que el COVID-19 golpea con fuerza destructiva la salud de nuestra población, así como a una buena parte de las actividades económicas, sociales y culturales. Nuestras vidas se han alterado profundamente como resultado de esta terrible pandemia.

 

Exclama: “Es justamente para superar esos retos colectivos e individuales que debemos apoyarnos, una vez más, en el ideario de Duarte. El desafío no es otro que el de trabajar, juntos, para transformar en oportunidades los desafíos que hoy nos agobian”.

 

A CONTINUACIÓN, EL MENSAJE INTEGRO EN EL DÍA DE JUAN PABLO DUARTE DE HIPÓLITO MEJÍA

                                                                                                   

La conmemoración del Día de Duarte este 26 de enero es una magnífica ocasión para honrar el legado de un ciudadano ejemplar que dedicó su vida a construir la Patria que nos define como dominicanos. El nacimiento de la República Dominicana el día 27 de febrero del año 1844 es inseparable de sus ideas, valores y acciones.

 

Esas ideas sirvieron para definir el difícil camino que había que recorrer para ser libres y soberanos. Sus valores sirvieron como guía para transitar exitosamente ese camino lleno de obstáculos y peligros. Asimismo, sus acciones construyeron los cimientos y garantizaron los recursos necesarios para luchar, triunfar y hacer realidad el sueño de vivir en una República Dominicana libre, soberana e independiente.

 

El llamado de Duarte a ser justos, lo primero, sin queremos ser felices, suena hoy con la misma fuerza y verdad con que fue hecho por nuestro inmortal patricio. Con igual firmeza y claridad escuchamos la voz de Duarte decirnos “¡Trabajad, trabajad sin descanso!”. Desde la distancia en el tiempo también nos llama Duarte a permanecer unidos y confiar en Dios.

 

Así como el ideario de Duarte dio sustento ético y moral a la lucha por nuestra independencia política, hoy debemos apoyarnos en esas mismas ideas para superar los desafíos que enfrenta nuestra nación en este momento, particularmente difícil y complejo para nosotros y toda la humanidad.

 

En efecto, la pandemia causada por el COVID-19 representa una amenaza real para hacer realidad nuestro sueño de hacer de la República Dominicana una nación próspera, justa y con oportunidades para todos. El COVID-19 golpea con fuerza destructiva la salud de nuestra población, así como a una buena parte de las actividades económicas, sociales y culturales. Nuestras vidas se han alterado profundamente como resultado de esta terrible pandemia.

 

Es justamente para superar esos retos colectivos e individuales que debemos apoyarnos, una vez más, en el ideario de Duarte. El desafío no es otro que el de trabajar, juntos, para transformar en oportunidades los desafíos que hoy nos agobian.

 

El mejor homenaje que podemos rendir a Duarte hoy es abrazarnos a sus ideas y valores para actuar con sabiduría, coraje, solidaridad y amor a nuestra patria y a nuestros conciudadanos, especialmente a los menos favorecidos.

 

El mejor homenaje que debemos rendir a Duarte es trabajar, unidos, para liberarnos de la pandemia y seguir construyendo una mejor República Dominicana, un país habitado por ciudadanos orgullosos de su identidad, defensores de la justicia, cumplidores de sus deberes, reclamantes de sus derechos, y sembradores de la alegría más allá de las precariedades.

 

Ese merecido homenaje a Duarte es inseparable del uso de los recursos públicos para el bien común y no para el beneficio de unos pocos. Recordemos que nuestro Padre de la Patria practicó con pulcritud ejemplar la rendición de cuentas por los recursos puestos en sus manos. Hoy, cuando no abundan los recursos económicos, ese debe ser un referente ineludible en el uso de los fondos públicos.

 

¡Honremos a Duarte trabajando por el bien común!

 

Hipólito Mejía

 

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