Apoyo a los médicos comunitarios en nuestra lucha contra el COVID-19


Por Adriano Espaillat

 

Durante más de cuatro meses, mis colegas y yo hemos concentrado nuestros esfuerzos para abordar las necesidades actuales de los estadounidenses durante la pandemia de COVID-19 y hemos tenido éxito en proporcionar la ayuda que tanto se necesita a través de la Ley CARES y la Ley HEROES.


Durante mucho tiempo se ha informado, y he sido testigo de primera mano, de cómo el virus ha impactado desproporcionadamente a las comunidades minoritarias y de bajos ingresos como las del distrito congresual 13 de Nueva York.

 

Mis constituyentes merecen una atención médica de alta calidad y sus proveedores –atención primaria de base comunitaria y médicos independientes– quieren tratarlos de manera segura y adecuada a medida que las ciudades y localidades del estado de Nueva York comienzan a reabrir.

 

Por esta razón, solicité que cualquier próximo paquete de ayuda por COVID-19 priorice el apoyo financiero directo a médicos de atención primaria, médicos independientes y grupos de asociaciones de médicos independientes para comprar y reembolsar el equipo de protección personal (EPP).


Sabemos que el EPP es una necesidad vital para la seguridad de los pacientes y los proveedores de atención médica, no solo en respuesta a la pandemia de COVID-19, sino también en aquellos que están reabriendo y viendo pacientes para visitas de rutina y sin COVID. Esto es particularmente importante para los proveedores de atención médica en comunidades de bajos ingresos, muchos de cuyos pacientes son beneficiarios de Medicaid.


Si bien la amenaza y los peligros de COVID-19 no han disminuido por completo, hay áreas que se están reabriendo lentamente bajo la guía e instrucción del distanciamiento social y uso de EPP. Muchos profesionales de la salud con quienes he hablado están de acuerdo de todo corazón en que el EPP y otras mejoras en infraestructura y organización de la oficina son necesarias para la salud y la seguridad de sus pacientes y su personal, así como para una mayor salud pública.

 

A medida que los médicos comienzan a aceptar pacientes en persona que no son de emergencia, es fundamental que cumplan con las nuevas regulaciones que garantizan que se tomen precauciones para minimizar la propagación de COVID-19. Esto incluye la adquisición de mascarillas quirúrgicas N95, respiradores N95, ventiladores mecánicos, gafas protectoras para ojos, protectores faciales, guantes desechables, desinfectante para manos, batas protectoras, toallitas con alcohol, spray desinfectante, toallitas desinfectantes y filtro de alta eficacia de partículas de aire (HEPA) para eficientizar los sistemas de ventilación existentes a fin de atender a pacientes con COVID-19. También puede requerir otros cambios en la construcción de su oficina para garantizar un distanciamiento social adecuado.


Debido al clima actual, muchos profesionales de la salud están preocupados por el costo asociado con la compra del EPP requerido y la realización de otros cambios en sus oficinas. Como los primeros días de esta pandemia dejaron en claro, la demanda de EPP costosos y a menudo de un solo uso creará una nueva barrera de costos para la atención médica en comunidades de bajos ingresos. Para los consultorios cuyos pacientes son principalmente beneficiarios de Medicaid, el costo del EPP junto con el reembolso por la atención puede no ser suficiente para mantener su reapertura, lo que significa que algunas de nuestras comunidades más expuestas no podrán recibir la atención que necesitan.

 

Si bien los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) permiten a los estados aumentar su reembolso a los proveedores de Medicaid y CHIP para incluir el costo del PPE, muchos estados enfrentan condiciones fiscales tan difíciles como resultado de una caída en los ingresos recaudados localmente que sus presupuestos estatales pueden no permitir tales aumentos en su participación en FMAP. Es por eso por lo que solicito que el próximo suplemento por COVID-19 incluya un fondo de ayuda financiera disponible específicamente para la compra y el reembolso de EPP -incluyendo un reembolso retroactivo-, a médicos de atención primaria independientes y pequeños grupos de médicos independientes que atienden a personas de bajos ingresos y pacientes de Medicaid elegibles.


La respuesta por COVID-19 está dejando atrás a nuestras poblaciones más vulnerables, específicamente a comunidades de color, personas mayores, personas con movilidad limitada e inmigrantes. Debemos actuar ahora para proteger a los neoyorquinos más expuestos durante esta crisis. Muchos de nuestros proveedores de atención médica locales de la ciudad y el estado están listos para reabrir y ver a sus pacientes, pero enfrentan una barrera de costos que afecta desproporcionadamente a las comunidades de bajos ingresos y las comunidades de color. Proporcionar este flujo de fondos dedicado para EPP será un paso clave mientras navegamos de manera segura hacia la reapertura de nuestras comunidades.

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