Por Faustino Collado
Después de esta experiencia, en que han quedado develados los sistemas de
salud, especialmente basados en el negocio de los seguros, hay que impulsar una
reforma profunda al sistema de salud, no sólo de la Seguridad Social
basada en seguros privados.
Avanzo las siguientes ideas. Los nuevos pilares deben ser, en este orden:
1. Cobertura pública universal obligatoria. En ese sentido, ya se tiene a
SENASA, que sigue la lógica financiera de los seguros, que es lo que hay
que invertir; en ese sentido, el SENASA tiene que cambiar a SANASA ( Servicio
de Asistencia Nacional en Salud), donde, si bien reciba cotizaciones, garantice
la asistencia a todos, usando proveedores públicos y privados. Esto es así
parcialmente hoy, pero con subsistemas o intermediaciones burocráticas como el
seguro subsidiado.
El procedimiento debe ser el siguiente: usted tiene derecho a la salud por
ser persona, dominicano y residente; por asunto de organización y planificación
se le da un carnet con acceso a todos los servicios. Si usted trabaja y obtiene
ingresos cotiza, incluyendo los empleadores y trabajadores liberales e
independientes, pero el sistema no depende financieramente de la
cotización, aunque se nutra de ella, sino de los impuestos que cobra el
gobierno para dar servicios públicos.
El SENASA-
SENASA deberá modificar su estructura actual, para dar participación, por
ejemplo, al SNS.
2. Las ARS privadas serán solo para seguro complementario, que será
opcional. Si el punto uno funciona bien, el dos se irá achicando y algunas ARS
irán desapareciendo. Pero puede pasar lo contrario si no hay decisión política
y capacidad para aplicar con eficiencia a uno. Ya hay varios países, no
socialistas, donde lo propuesto aquí funciona bien.
3. El SDSS en su estructura y método de veto debe cambiar.
4. Desaparece el copago.
5. Debe haber una nueva reglamentación y protocolos para la instalación y
funcionamiento de las clínicas y centros de salud, privados y públicos; lo
mismo para el ejercicio de la medicina, laboratorios, producción de
medicamentos y bienes afines, como sector de interés público.
6. Hay que revisar el modelo académico de formación de personal de salud,
especialmente de médicos, con filtros de entrada más rigurosos. Por ejemplo, al
pensum de los médicos hay que modificarle la llamada premédica con 92 créditos
y dos-3 años, donde solo hay 4 materias de medicina. Hay que formar un médico (licenciado)
en 4-5 años máximo, incluido el internado, sin pasantía, sino que esta se
ejerza de hecho en la especialidad, garantizada para todos, dando un nuevo
valor al médico general, de familia o comunitario.
Collado
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