Por Ramón Valdez Paredes
La sociedad dominicana observa el afán de un puñado de
constitucionalistas quienes dada la crisis sanitaria que golpea al mundo
y el país ante la aparición del Coronavirus Covisd-19 y dado que; la fecha de
caducidad o fin del mandato de los funcionarios públicos escogidos para el
periodo 2016/2020 mediante el voto universal y directo; tanto del primer poder
estatal como la presidencia y vicepresidencia de la República termina el 16 de
agosto del 2020 y ni un día más.
Estos letrados del derecho constitucional, creen haber encontrado en la
crisis sanitaria, la excusa perfecta; para proponer la prolongación del mandato
de todos los funcionarios más allá del término para el que fueron electos como
establece la Constitución de la República.
Para evitar, y ante la supuesta imposibilidad de que se puedan celebrar las
elecciones en las fechas pautadas y consensuada por la JCE y los partidos
políticos para el 5 de julio y en caso a de una segunda vuelta para el 26 del
mismo mes; hay que evitar según sus pretensiones que se produzca un “vacío de
poder¨ tanto en el primer poder del Estado, como lo es el Congreso Nacional,
así como en el Poder Ejecutivo.
En modo alguna este mal sano intento se trata de un celo institucional y
respeto a la Carta magna y mucho menos un gesto de sensibilidad humana,
por la estelas de afectados que viene produciendo el virus desde su aparición
al término del pasado año; no son, los padecimientos de miles de enfermos y
cientos de muertos provocado por la epidemia denominada Covid-19,
La excusa perfecta para proponer, la continuidad en el poder de Danilo
Medina, cuando el Coronavirus solo ha servido para poner al desnudo un sistema
sanitario no apto para el Siglo XXI, y esto, a pesar de que nuestro país
ha tenido un crecimiento sostenido del Producto Interno Bruto (PIB), que el
propio gobierno de del presidente Medina nos ha querido enclavar hasta por los
poros.
Lo cierto es que, nuestro ordenamiento constitucional no da la menor brecha
para que los funcionarios electos por un periodo de cuatro años; con fecha
cierta de inicio y termino de su mandato, sin que el tiempo del mandato de
cuatro años, este condicionado a la elección de quienes le sustituyan por un
periodo similar.
El periodo del mandato de 4 años de todos los funcionarios escogidos
por el voto popular tiene fecha cierta de su inicio y termino del mandato y no
está subordinado a la escogencia de los funcionarios por elección popular que
vayan a sucederlos en el cargo para un próximo periodo.
Eduardo Jorge Prats, “el que más sabe”, líder de los mencionados
constitucionalistas, para motivar sus pretensiones toma como ejemplo la
constitución de Gran Bretaña y el Tribunal Constitucional Alemán,
“interpretándolo de manera retorcida”, conforme a sus intereses, obviando que
son sistemas y culturas ampliamente diferentes
En gran Bretaña es difícil que se de un vacío de poder por la sencilla
razón de que es un Estado Monárquico y aunque la soberanía descansa en el
parlamento, tienen al Rey como salvaguardia.
El pragmático letrado apela también al Tribunal Constitucional alemán que
denomina la “cadena ininterrumpida de legitimación democrática. Con lo cual
pretende con animus necandi; que en caso de que no se celebren las elecciones
antes del 16 de agosto, sigan las actuales autoridades.
Sin embargo y partiendo de la lógica jurídica de “el sabiondo”, hay que
recordarle que en Gran Bretaña se interrumpe el poder de quien lo ostenta con
el simple hecho de perder la mayoría parlamentaria en una elecciones soberana.
En cuanto a lo del Tribunal Constitucional alemán sobre la “cadena
ininterrumpida de legitimación democrática; en lo referente a la continuidad de
Danilo Medina y los Senadores y Diputados electos en mayo del año 2016,
terminan el periodo para el que fueron escogido el 16 de agosto y ni un día más,
por lo que, esa cadena ininterrumpida de legitimidad democrática ya fue rota
con las elecciones soberana y popular del 15 de marzo pasado, cuya legitimidad
si está vigente y en quienes, partiendo de la lógica del letrado debe recaer la
legitimidad soberana en los recién electos; alcaldes, directores, regidores y
vocales, es decir que no hay excusa para que Medina y el actual congreso se
queden en el poder más allá del 16 de agosto ni un día más.
Afortunadamente y partiendo del supuesto del letrado; aquí no habrá
un PODER VACUUM, o un Vacío de poder o acefalia, porque
las elecciones municipales del 15 marzo , nos otorgo nuevas autoridades
que gozan de legitimidad constitucional, que en el remoto caso que no
haya elecciones el 5 ni el 26 del mes de julio si fuera necesario una 2da
vuelta, de manera excepcional; serían estás autoridades quienes debieran
ser la salida a una posible crisis y no la continuidad del mandato, ya que son
los únicos miembros de nuestra sociedad que tienen la legitimidad soberana y
que en última instancia y con el consentimiento de la sociedad pudieran
constituirse haciendo uso del poder soberano otorgado democráticamente
por un periodo no mayor de 4 años, afín de formar una entidad representativa
para que dirija la cosa pública para que en un periodo relativamente corto
convoquen a elecciones y se elijan las nuevas autoridades.
Habría que preguntarse lo siguiente ¿Por qué siempre son los mismos
actores que andan como Buitres detrás de carroñas, pretendiendo alterar
nuestras instituciones con salidas tan descabelladas, anti democráticas e
inconstitucional? Además, de que mueve a sospecha interés de los
notables juristas para tan descabellada formula; sería bueno que alguien de la
sociedad se atreviera a solicitar vía la ley de libre acceso a la información pública
con las generales de estos letrados para saber si es que ellos, hacen un aporte
real a la sociedad, o si es que buscan la continuidad del poder público en
caducidad; para poder seguir ordeñando la ubre estatal ya que con la salida del
incumbente perderían sus irritantes privilegios; y que desde luego, que
de seguir Danilo Medina, no perderían.
Tomando en cuenta, que es una realidad que ya debemos convivir y
no sabemos hasta cuando, con el corona virus, a pesar de que conforme
pase el tiempo será más fácil manipularlo en virtud de que cada día, se conoce,
más de él. Y por ende invertir esfuerzos, e inteligencia para montar un evento
electoral en medio de la pandemia con todo el protocolo sanitario que demanda
la circunstancia y que permita que el mismo sea democrático, transparente,
soberano, participativo y sobre todo que contravenga con el protocolo sanitario
en la lucha contra el Covisd19, como ocurrió recientemente en Korea de sur.
A dos meses de las elecciones pautadas por la JCE., y a casi cuatro del 16
de agosto y observando que todos los días, los ciudadanos hacen largas
filas en los bancos, supermercados, farmacias y otras entidades comerciales,
usando guantes, mascarilla y guardando el distanciamiento social; resulta más
conveniente montar el evento blindado al Corona virus; muy a pesar de que
Danilo Medina, nunca ha creído, en un sistema de salud fuerte, ya que cuando
asumió el poder en su primer periodo, encontró que el importe presupuestal para
salud era de 2,9 de PIB, y ya como presidente le ha asignado menos del 2% del
PIB. Si la sociedad es activa para todas esas acciones, no se negaran a ir a
unas elecciones montadas con todo el rigor de salud que le inspire confianza.
Lo cierto es que este proceso ha podido demostrar que son capaces de todo,
a fin de lograr perpetuarse en el poder, será el temor de no poder justificar
el incremento de sus finanzas en tiempo record y que podrían ser sentados en el
banquillo de los acusados para que expliquen sus habilidades de multiplicar sus
riquezas a costa del erario público, lo que más les quita el sueño.
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