Propone repartir parte de los fondos de las AFP.
SANTO DOMINGO, R. D.- El economista Henri Hebrard definió la intención de
distribuir parte de los fondos de pensiones como una “muy mala buena idea”, un
engaño a los trabajadores y al sistema de pensiones, ya que la misma persigue
que los estos, que no son culpables de la crisis, tengan que cubrirse sus
salarios con sus propios recursos, lo que representa una injusticia muy grande.
Al participar en el programa Periodismo y Sociedad, producido por Andrés
Matos y Gregory Caimanes, por el Canal 6, Hebrard calificó de “oportunismo
peligroso, una locura, una injusticia muy grande”, esto de repartir parte de
los fondos de los trabajadores.
Aseguró que la intención, lejos favorecer a los trabajadores, los
perjudica, sin dejar de tomar en cuenta que cerca del 80 por ciento de esos
fondos están prestados al gobierno, invertidos en papeles del Banco Central y
otras instituciones como manda la Ley.
“Es como si a una familia tuviese una póliza de seguro, se le incendia la
casa donde viven y la compañía aseguradora, en lugar de resarcir los daños
provocado, le pide al propietario que venda otra propiedad para obtener una
nueva vivienda, dejando así de cumplir con las cláusulas de la paliza.
Expresó que esta situación llama a que la gente tiene que reclamar a que
los que más tienen son quienes deben pagar los daños de la crisis y con esa
intención quieren poner a los trabajadores a pagar con sus propios recursos. Y
hay tiempo todavía para hacerlo.
Lo que nos enseña la crisis
Señaló que lo más importante que esta crisis nos enseña es la necesidad de
un Estado fuerte, con instituciones que funcionen y que cuenten con recursos
suficientes, olvidarse de la tendencia a la privatización de los servicios
básicos como salud, educación, etc.
Otra cosa que nos resalta la crisis es que necesitamos más recursos para
salud y mejor calidad de inversión de salud y que tenemos legislaciones muy
buenas, solo que, el no cumplimiento de ellas nos coloca más en peligro.
Citó como ejemplo el incumpliendo de la Ley de Estrategia Nacional de
Desarrollo, END, que llama a invertir, por lo menos el 4% por ciento a la
salud.
“Tenemos una variedad de sectores, médicos, enfermeras, personal de apoyo
en Salud que han dado evidencia en esta crisis del gran valor tienen, cómo se
han sacrificado por la vida de los demás, por lo que es urgente que sean mejor
remunerados y dotados de mejores condiciones de trabajo”.
La otra parte, dijo, “es el incumplimiento por diecinueve años, de la Ley
87-01 de Seguridad Social, en su acápite clave, como es el seguro de desempleo,
que hubiera dado solución satisfactoria a parte de la actual crisis.
Expresó que ese incumplimiento de dicha Ley ha permitido que ahora no se
tenga ningún mecanismo previsto para poder auxiliar a todos esos trabajadores
que se ven lanzados a una especie de ruina económica por esos dos meses,
agregando, que si las empresas no tuvieran las condiciones de reabrir sus
labores, tendrán que proceder a liquidar su personal, lo que se hubiera
evitado, si existiera el seguro de desempleo.
Por esa falta, el Estado ha tenido, con el programa FASE, que asistir a
gran parte de los trabajadores, haciendo más dificultosa la situación.
El futuro de nuestra economía
Dijo que la situación futura como resultado para la República Dominicana de
la actual crisis dependerá de cuatro factores: Una, qué tan profunda será la
caída de la economía de los Estados Unidos y, muchos hablan de un 20%, lo que
sería muy grave para el país, por la dependencia de nuestras exportaciones hacia
esa gran nación.
La Segunda es la significativa caída de las remesas de los dominicanos del
exterior, que ha sido proyectada en un 15 o 20, causada por la crisis de los
países donde laboran,
Una tercera causa es qué tan profundo podría ser el derrumbe de los precios
del petróleo y, la cuarta es la caída de nuestro sector turismo, del cual se
habla podría ser alrededor del 70%, lo que es grave para nuestro país, debido
al efecto multiplicador que tiene el turismo.
Vaticinó el aumento del gasto por esta crisis, obliga a reformular el
presupuesto del 2020 y reconsiderar lo de la deuda externa, señalando que el
gobierno debe aprovechar todas las facilidades financieras de los organismos
internacionales.
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