Por Luis José Chávez
RD no ha seguido los patrones establecidos en algunos
países que han logrado los mayores avances en la contención del
Virus mediante una intensa campaña de detección de posibles
infectados y aplicación masiva de pruebas para contener la propagación y reducir
la tasa de mortalidad, como en Alemania, China, Corea del Sur, Taiwán,
Singapur, Nueva Zelanda. Islandia, Chile y Costa Rica. En este
último país hasta el viernes se habían registrado solo tres muertes, incluyendo
dos adultos mayores de 87 años.
A más de 40 días de registrado el primer caso de Coronavirus y
a tres semanas del Estado de Emergencia, el Gobierno no ha mostrado
ningún interés en propiciar un compromiso de unidad nacional frente a la
crisis, no ha establecido un protocolo para facilitar el aporte de los sectores
no gubernamentales a la lucha contra la epidemia y tampoco ha puesto en
marcha un plan integral para facilitar las pruebas en las zonas de mayor
prevalencia y en especial a las personas que las necesitan.
En la primera fase de la epidemia, sin llegar al pico inevitable, las
autoridades dominicanas han actuado con una incomprensible negligencia, no han
logrado acelerar y extender la aplicación de las pruebas rápidas y
en alguna forma ha permitido que un número indeterminado de personas haya
fallecido con síntomas de la enfermedad sin la oportunidad de someterse a las
pruebas de detección.
Ignorar otras experiencias exitosas
Inexplicablemente nuestras autoridades no han seguido los patrones
establecidos en algunos países que han logrado los mayores avances
en la contención de la enfermedad mediante una intensa campaña de
detección de posibles infectados y aplicación masiva de pruebas para contener
la propagación y reducir drásticamente la tasa de mortalidad, como han
sido los casos de Alemania, China, Corea del Sur, Taiwán, Singapur,
Nueva Zelanda. Islandia y Costa Rica. En este último país hasta el
pasado viernes se habían registrado solo tres muertes, incluyendo dos adultos
mayores de 87 años.
En el caso de Nueva Zelanda, donde solo se ha reportado el fallecimiento de
una anciana que contrajo el virus en el extranjero, las medidas se
tomaron desde una etapa temprana, siguiendo la estrategia de contención y
eliminación de la enfermedad, en lugar de la “mitigación” que se aplica en la
República Dominicana.
Islandia, en casi dos meses de presencia del COVID-19, solo ha
reportado cuatro muertes y unos mil 500 casos, pero ha aplicado al pie de la
letra la recomendación de la OMS de “hacer pruebas, pruebas y más
pruebas”, y a partir de ahí tomar las decisiones.
La realidad es que hasta ahora el Gobierno Dominicano se ha limitado
al esfuerzo mínimo para identificar a los posibles
contagiados y facilitar su acceso a las pruebas, ya sea en una institución
estatal o en los laboratorios privados.
Costo de prevención contra terapia intensiva
Resulta difícil entender la lógica de actuación del Gobierno, porque si en
esta etapa inicial no tiene capacidad o recursos para responder en las áreas de
prevención y contención, mucho menos la tendría para enfrentar el crecimiento
exponencial de la epidemia y asumir el costoso tratamiento que exige el
estado avanzado de la enfermedad, sobre todo en “un sistema de salud que
vive de contingencia en contingencia”, como lo acaba de exponer el doctor
Roberto Fernández De Castro, en una publicación periodística.
Esa lógica es mucho menos comprensible si se contrasta con algunos
parámetros definidos en la experiencia europea, donde se ha establecido que el
precio promedio de un test o prueba rápida, es aproximadamente 12 euros,
mientras que el costo de una terapia intensiva a un paciente durante 20 días
fluctúa entre los 50 mil y los 60 mil euros, tal como lo resaltó en una
reciente entrevista el eminente médico y científico italiano Sergio
Romagnani.
Pero si bien el Gobierno Dominicano ha decidido marcar distancia de
cualquier idea o iniciativa propuesta por sectores de la oposición política,
debería por lo menos hacerle caso al doctor Carlos Manuel Félix Cuello,
epidemiólogo salubrista y coordinador del Programa de Control de Infección del
Hospital Infantil Robert Reid Cabral, quien ha cuestionado la
estrategia de las autoridades nacionales de concentrar su atención en los casos
clínicos y en informar las cifras de muertos y contagiados, y ha propuesto que
se haga una búsqueda masiva de los casos para tratar de paralizar la
enfermedad.
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