Por Luis Aníbal Medrano S.
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) definitivamente debe oxigenarse,
salir del poder y reencontrarse o tomar unas extensas vacaciones para que su
accionistas disfruten de los barriles de miel que le ha proporcionado su estadía
en la dirección de los destinos nacionales.
Sus estrategias “penqunianas” no les están dando resultados favorables y
todo le está saliendo mal, pero muy mal, a tal grado que no ha valido contratar
genios estrategas nacionales y extranjeros para que le salve de su destino predecible
que tal parece será sendas derrotas electorales.
Y es que la violación flagrante y reiterada de la Constitución y las leyes
en materia electoral que puede ser considerado como una irresponsabilidad mayúscula
de los diferentes actores de primer nivel, tanto los encumbrados en el tren
gubernamental como en la Junta Central electoral ha producido un aumento
inaudito de disgusto en su contra.
Con la ayuda de las beneficiosas redes sociales se ha visto como estos han
realizado acciones contrarias a los que está estipulado en la Carta Magna y las
leyes especificas, burlándose del pueblo y ufanándose de su poder, poder este
que no le durará para siempre, como así lo demuestra el panorama político actual.
Tal parece que el pueblo dominicano se cansó, que ya el exceso de paciencia
inducido se agotó y por eso en las encuestas científicas, en las encuestas
improvisadas, en las encuestas realizadas con los termómetros sociales que son
las calles y los barrios, los números están reflejando una realidad que sólo
los ciegos políticos no ven, que los obstruidos mentales fruto de ingerir
recursos de la ubre nacional no quieren admitir.
El país está padeciendo un rosario de males que indudablemente tiene al
borde de la desesperación hasta el más insensible de los mortales, es tan
grande el desencanto social que estremece la nación que hasta miembros de la
compañía política con asiento en la avenida Independencia 401, evaden su participación
en las actividades sociales que solían acudir para que no le enrostren parte de
la culpa de la desgracia nacional que estamos viviendo.
A los incontrolables del Comité Político del imperial Partido de la Liberación
Dominicana se le fue de la mano el control de su reprochable forma de gobernar
el país, ya sus prácticas dictatoriales, nepotistas, excluyentes y excesivamente
generadoras de riquezas han quedado al descubierto por la fantamosería, alarde,
prepotencia y arrogancia con que actúan esos, en su mayoría, ex desposeídos de
la fortuna.
Los acontecimientos recientes del pasado y memorable 16 de febrero del
presente año han arrojado la luz suficiente para iluminarle el camino a muchos
que aun creían en el partido gobernante y sus apandillados dirigentes; han sido
como campanadas que retumbaron en los oídos del pueblo que estaba sordo por los
cantos de sirenas de los morados, es decir que todo parece indicar que el segmento
poblacional del pueblo dominicano dormido bajo el influjo encantador abominable
del peledeismo gobernante ya despertó.
A todo eso solo queda decir que al Partido de la Liberación Dominicana, sin
lugar a dudas va camino al despeñadero de la historia donde van a parar todos
aquellos que la ambición desmedida los arroja. En conclusión, al PLD le cayó la
“Sal de la Verónica”.
Luis Anibal Medrano S. es periodista, locutor y miembro
de la Comisión Política del PRM-NY, residente en los Estados Unidos de Norteamérica.
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