Por JUAN T H
Si este fuera un
país institucionalizado, donde las leyes se respetaran y se hicieran cumplir
con todas sus consecuencias, el presidente Danilo Medina no habría dicho tener
el dinero para todos los candidatos municipales del país. En un país de verdad
eso no puede suceder, porque el presidente es el guardián de las leyes y de los
recursos del Estado. Y de no hacerlo, pagaría caro su desacato. Pero este no es
un país, es una provincia medieval, una comarca donde aún los perros se amarran
con longaniza.
Sin ningún
desparpajo, sin guardar siquiera las formas, el presidente Medina dice tener el
dinero para entregárselo a todos los candidatos municipales directamente sin
explicar su procedencia ni su idoneidad, como obliga la ley. Esperé una
reacción inmediata de la Junta Central Electoral, que no se produjo. Esperé de
igual modo que los partidos de oposición, en bloque, protestaran airadamente,
al igual que la llamada sociedad civil, pero tampoco, salvo Participación
Ciudadana. La prensa, tan despiadada y cruel en unos casos, publicaron las
declaraciones del presidente, pero no se enteraron, no criticaron en
comentarios ni editoriales. Las bocinas hicieron mutis. La respuesta fue el
silencio en la mayoría de los sectores políticos y sociales.
Danilo está
convencido que podrá comprar la voluntad popular en el 70% de los municipios y
distritos. Es por eso que Gonzalo dice
que esos comicios serán una antesala de lo que ocurrirá en mayo durante las
elecciones presidenciales y congresuales.
“Por
eso, dijo Medina, cuando el candidato presidencial Gonzalo Castillo dice que
los recursos llegaran a todos, es a todos. A partir de ahora, los recursos le
van a llegar directamente a los candidatos y candidatas, a vocales, a los
regidores, a los directores de distritos municipales y a los alcaldes”.
Cuando Leonel
Fernández dijo que disponía de 40 mil millones de pesos, el petróleo de
Venezuela y millones de raciones de alimentos, para imponer a Danilo, como en
efecto lo hizo, fue en una reunión interna realizada en Nueva York que alguien
grabó y filtro, no en un acto público, como ahora lo hace Danilo sin ningún
prurito ni respeto por su envestidura.
Sólo en los
gobiernos del PLD el uso de los recursos del Estado se ha hecho de manera
pública y descarada, sin ningún rubor, escrúpulos, apego a la Constitución y
las leyes. Leonel impuso a Danilo –grave error- creando un déficit superior a
los 200 mil millones de pesos; ahora Danilo, que no pudo imponerse a sí mismo
para reelegirse, intenta imponer, a base de dinero, a los candidatos
municipales, a los congresistas y al títere que ha escogido para que dirija los
destinos de la nación. (No es casual que la embajadora de Estados Unidos, Robin
Bernstein haya dicho que su país espera que en la República Dominicana se
produzcan unas elecciones “justas, libres y transparentes”) Ella sabe que
Danilo pretende unas elecciones “injustas, sin libertad y sin
transparencia.
Me pregunto, ¿de
qué cantidad de dinero dispone Danilo para entregárselo a todos los candidatos
directamente como ha prometido? Y lo más importante: ¿De dónde sacará tanto
dinero? ¿De la fortuna que heredó de sus padres en Arroyo Cano o del
presupuesto nacional? Especulo que también el dinero saldrá del
narcotráfico y de los “banqueros
riferos”.
El mandatario
dijo que las próximas elecciones las ganará quién tenga más recursos, quien
tenga la capacidad de llevar más gente a votar. Claro, nadie, que no sea el
gobierno, con los recursos del Estado, tiene más capacidad para llevar a la
gente a votar. Esa es una confesión
del fraude que pretende realizar ante
los ojos de todos.
Mientras los
candidatos de la oposición no tienen dinero, a los del gobierno le sobra. La
equidad no existe, ni la proporcionalidad en el gasto publicitario. El PLD
avasalla con su dinero sucio. Y la JCE no dice, ni hace nada, está en Belén con
los pastores en su papel cómplice del desenfreno gubernamental.
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