La política sigue siendo, sólo el arte de lo posible



POR ROLANDO ROBLES      

Más allá de lo que mucha gente pensaba, siempre tuvo la razón el gallego Manuel Fraga, cuando emulando a Aristóteles, reafirmaba la sentencia que titula este trabajo. Y su éxito en el proceso de transición de la España post Franco, nos demuestra que la frase no es hueca. Sólo se hace lo que es posible hacer, lo que cuenta con condiciones previas para ser realidad. Eso es la política.

En el caso nuestro, se acaba de ratificar ese principio, por lo menos en lo que atañe a la candidatura del presidente Medina. Lo que va a suceder a consecuencias de la decisión que acaba de anunciar, ese es otro asunto. Que puede tener sus bemoles, lo sabemos, principalmente porque hasta el momento actual, la palabra de Danilo Medina no es garantía de nada para los dominicanos.

Esa tendencia del presidente a incumplir los tratos, es lo que me lleva a creer que debe haberse firmado un acuerdo muy preciso. Porque con su renuncia -a regaña dientes- debido a que los votos necesarios para hacer lo que se proponía, no aparecieron a tiempo, sólo podemos asegurar que la lucha cambia de escenario.

Ahora se abre otro capítulo, y ante la incertidumbre, surgen las preguntas de reglamento: ¿a quién elegirá Danilocomo su candidato contra Leonel en las primarias? ¿Lo dejará correr solo? ¿Tratará de que esta vez, el estado derrote a Leonel?

Si admitimos que adentro del PLD, sólo Danilo derrota a Leonel, ¿qué pudiera suceder en las elecciones generales? ¿se arriesgará Danilo a que Leonel pudiera ser derrotado por Abinader? ¿Invertirá lo mismo que en su momento invirtió Leonel en su candidatura? O, por el contrario, ¿tratará de que la “ausencia del estado” derrote al candidato de su partido?

En general, quisiera sentirme optimista, porque ocurrió lo que yo deseaba que ocurriera, pero los fríos comentarios de los seguidores de Leonel, al salir de FUNGLODE, luego del discurso, dejan un sabor agridulce en la mente de cualquier compañerito de la base que, como yo, creemos que las estrellas sólo se verán cuando pase la tormenta. Y para eso, sabemos que, hay que esperar a mayo.

No obstante, las escaleras que sirven para bajar, también sirven para subir y si el título de esta entrega nos dice lo que “no se pudo hacer” para reunir los votos de la reelección, también nos dice que el apoyo de Danilo, para que el estado “no venza a Leonel”, se puede lograr perfectamente.

Sólo es cuestión de “pactar” lo que haya que pactar, a fin de que Danilo y algunos de sus más cercanos colaboradores, no se sientan amenazados por los discursitos de barricada que tanto le molestaron y que ya no tienen sentido alguno. Porque el asunto no es personal, el asunto es político y la Política, solamente es el arte de hacer, lo que se pueda hacer.

Créanme, esta sentencia de Aristóteles, que en su momento interpretó el propio Maquiavelo y más recientemente, hasta el “León Británico” Winston Churchill, no es un simple trabalenguas. En ella se encierra la esencia del arte que se llama “política” y de ella se desprende el mas importante corolario: “En política, no hay sorpresas, sólo gente sorprendida”.

Y muchos “danilistas”, especialmente los de “poco calado”, hoy están mas que sorprendidos, pues apostaron a que no había forma de parar a Danilo. Y por supuesto que la hubo, y si lo pararon. Varios factores se combinaron, algunos locales y otros internacionales.

Hubo yerros mayúsculos, como eso de no respetar la geopolítica y aciertos gigantescos, como ese de abandonar el escenario donde se es minoría (por las circunstancialmente) y echar el pleito en las afueras, a campo traviesa. Pero finalmente lo que se impuso, fue el entendimiento y la necesidad de pactar para asegurar el futuro “de todos”.

Como afirman los “300 con Leonel”, la muestra mas exacta de que el pleito es desde afuera hacia adentro, se optó por terminar en agosto del 2020 con un gobierno “de altura” y no “de basura”, como se presagiaba.

Felicidades al PLD, por esta muestra de madurez, a pesar de que éste es tan sólo el primer round. Ojalá que siga reinando la sensatez y quiera Dios, que se mantenga presenteel sentido común, casualmente, el menos común de los sentidos,

¡Vivimos, seguiremos disparando!

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