Por Miguel Ángel Cid Cid
La Orden
Departamental 33-19 del Ministerio de Educación del 22 de mayo pasado desató un
reperpero inexplicable. El “juidero” es prueba fehaciente del terror que tienen
los poderes fácticos del país a la construcción de la dignidad humana.
Con razón muchos
tratadistas han decidido no dejarle el tema al Ministro Antonio Peña Mirabal y
le salieron al paso a los detractores. --Llama la atención la inconsistencia de
los grupos nacionalistas que abrazan la teoría conspirativa global inventada
por la “internacional nacional-populista” para combatir una supuesta “ideología
de género”--, afirmo Eduardo Jorge Prats en su cuenta Twitter.
La Ley General
de Educación, 66-97, Art. 217, literal c, señala:“Como complemento de las
leyes, decretos y reglamentos que emanen de los poderes Legislativo y
Ejecutivo, en materia educativa, se establecen las siguientes normativas
legales para la Dirección del Sistema Educativo” y entre estos instrumentos
jurídicos se establecen principalmente dos: Ordenanzas del Consejo Nacional de
Educación, Ordenes Departamentales, Resoluciones y Disposiciones del Secretario de Educación y
Cultura…”
.
Los objetivos de
la Orden 33-19 son:
“Declarar como
prioridad el diseño y establecimiento de la política de género en el Ministerio
de Educación en los diferentes niveles, sistemas y subsistemas de la Educación
Pre-Universitaria, en sus planes, programas, proyectos, estrategias pedagógicas
y actividades administrativas.
Propiciar
herramientas pedagógicas que promuevan la perspectiva de género para la
construcción de una educación no sexista entre los y las diferentes actores y
actoras del sistema dominicano.
Velar para que
se promueva el enfoque de género desde el currículo educativo que permita
evaluar el desarrollo de las competencias fundamentales de los y las
estudiantes.
Trazar las
pautas para contribuir con el proceso de desconstrucción de los estereotipos de
género que permean la sociedad dominicana en todos los niveles y estratos, y de
lo cual no escapa el sistema educativo y sus diferentes actores”.
Según señalala
ordenanza en suArt. 6,la Dirección de Equidad de Género y Desarrollo del MINERD
tiene“un plazo no mayor de 60 días para la presentación de la metodología y el
cronograma de trabajo para el proceso del diseño de la política de género del
MINERD y el Sistema Educativo Pre Universitario”. Además, en el Art. 3propone
que la Dirección de Equidad de Génerose haga de la “asesoría acompañamiento de
dos viceministerios: Planificación y Desarrollo y el de Servicios
Técnico-pedagógicos”.
El Art. 4
dispone que el Ministerio de la Mujer
funja como asesora externa.El Art. 5 agrega“dos instituciones universitarias
que están trabajando, desde hace bastante tiempo, el tema de la educación para
la equidad de género: “El Instituto de la Mujer y Familia de la Universidad
Autónoma de Santo Domingo (UASD)” y “El Centro de Estudios de Género del
Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC)”.Estas instancias participaran
en el proyecto de diseño de la política de géneroaparte de la que agregue la
Dirección de Equidad de Género del MINERD.
Cabe resaltar
que la Orden 33-19 viene desde los inicios del presente siglo. La Resolución
No. 3599-2004 del MINERD, del 4 de noviembre del 2004, señala en el Art. 2: “Se
pone en vigencia el eje género en la Educación que establece la incorporación
de la perspectiva de género en el currículo dominicano en todas sus áreas
programáticas, niveles y modalidades” y agrega, “Se Instruye a la Dirección
General de Currículo y al Departamento de Educación para la promoción de la
Mujer (Educ-Mujer) a poner en vigencia en todo el Sistema Educativo dicho eje”.
Acento.com.do
señala en un reportajetitulado: “Falta de respeto por la palabra empeñada” que“Pavel
Isa Contreras o Patricia Solano, uno de los dos, se encargaron de mostrar la
evidencia. Se trató del Pacto Nacional para la Reforma Educativa 2014-2030, en
el que aparecen las firmas de los líderes políticos y religiosos que hoy
rechazan la Orden Departamental 33-2019, firmada por el Ministro de Educación,
Antonio Peña Mirabal, para establecer la metodología que se utilizará para
poner en marcha una educación inclusiva, que incluya la equidad de género”.
Y remacha
Acento, “Conocido el documento, con toda la legalidad y la formalidad que una
disposición como esta requiere, los líderes políticos y religiosos se han
atrincherado para denostar la disposición, y la han tergiversado, han presumido
que se trata de un documento con intenciones ocultas, y los más osados han
dicho que se busca con ella adoctrinar a los estudiantes para que se conviertan
en homosexuales y a las muchachas para que pasen a ser lesbianas. Hasta ese
punto ellos llegado”.
¿Por qué el
resuello ensordecedor de los ultranacionalistas, las cúpulas de las iglesias católica
y evangélicas y algunos sectores internos (casi externos) del partido
gobernante?
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