Por JUAN T H
¿Qué
posibilidades tiene el Partido Revolucionario Moderno de ganar las elecciones
el año próximo? Solo: ¡Ninguna! Unido a otras fuerzas políticas y sociales: ¡Todas!
Pero requiere de una voluntad y un desprendimiento que no veo de momento. Tal
vez más adelante el curso de los acontecimientos obligue a su liderazgo a
propiciar un poderoso “frente antipeledeísta” que lo coloque a las puertas del
Palacio Nacional.
¿Qué posibilidad
tiene lo que aún queda del Partido Reformista Social Cristiano de aumentar su
cuota de poder congresual y municipal? Solo: ¡Ninguna! Al contrario, puede perder lo que tiene. Por
lo tanto está obligado a pactar con el PRM, no con el PLD o los grupos
oficialistas que terminarían aniquilando.
¿El Partido
Revolucionario Dominicano puede ganar? ¡Absolutamente no! El PRD seguirá siendo
un partido bisagra con una clara tendencia a desaparecer después de las
elecciones. En manos de Miguel Vargas
seguirá pegado al PLD como una garrapata obteniendo los beneficios
económicos que todos conocemos. En manos del grupo que lo adversa, puede salir
del hoyo si procura, como ha dicho Guido Gómez Mazara, “reunificar a la familia
perredeísta”, lo cual no implica que Hipólito Mejía, Luís Abineder y los demás
abandonen al PRM, que ya es la primera fuerza opositora, para irse al PRD.
Si el PRD logra
zafarse de Miguel Vargas y el minúsculo grupo que lo acompaña, tiene un futuro
promisorio más allá de las elecciones del 2020. Incluso en los próximos comicios
puede alcanzar entre un diez y un quince por ciento, ya que recuperaría parte
del prestigio de años anteriores, pero con las actuales autoridades no llegará
a un cinco; tal vez un dos o tres por ciento. En el PRD Vargas Maldonado no
forma parte de la solución de los problemas, por el contrario, él, apoyado por
el PLD, es el problema.
El gobierno ha
hecho hasta lo imposible para mantener el PRD secuestrado, empequeñecido, sin
democracia interna. Alrededor de 40 sentencias y resoluciones del Tribunal Superior
Electoral anterior para dividir al PRD y
convertirlo en lo que es hoy, una entelequia política, dejando de ser “el
partido del pueblo y de la libertad”.
Sería altamente
beneficioso para el triunfo de la oposición en las próximas elecciones el
rescate del PRD, que sin duda formaría parte de los que desean sacar al PLD del
poder, por considerarlo un acto patriótico.
Los partidos
minoritarios o emergentes. ¿Qué posibilidades tienen en este proceso electoral?
Desde mi punto de vista: ¡Ninguna! De continuar aislados, atomizados y
desfasados, seguirán ladrándole al silencio. Esos partidos o movimientos tienen
que obedecer, más que a sus sentimientos y deseos, al sentido práctico, sin
abandonar sus ideales. Este no es su momento. No constituyen una fuerza considerable.
Ni siquiera marcan en las encuestas. Tienen que cambiar o seguirán en el “frio
y lejano sótano” como dicen los fanáticos del béisbol. Tienen que pactar con
“la derecha” y grupos “tradicionales” que forman parte del “modelo corrupto” y
“criminal”, como les llaman despectivamente. No es cuestión de que si un
partido o un líder me gusta o no, es cuestión de realidad. Esa es la política.
Los que están
hasta la coronilla del PLD y su hegemonía, los que no quieren dictadura aun sea
constitucionalizada están obligados a pactar. No hay excusa válida. Unidad
primero, diferencia ideológica o sistémica después. Nada es más importante hoy
que sacar al PLD del poder. El que no contribuye, el que no quiere alianza con
los “demás” porque son de otra corriente o pensamiento, le hacen un flaco
servicio al pueblo; están contribuyendo a que el PLD, con Danilo, Leonel o cualquier otro –da igual- se mantenga
indefinidamente en el Palacio Nacional.
Comentarios
Publicar un comentario