Por Roberto Valenzuela
En
la historia de uno y del otro, los procesos que se dan en Haití repercuten en
República Dominicana. Y viceversa. Las potencias extranjeras cuando van a ejecutar un proyecto en
una de las dos naciones piensan en como eso se manifestará en el país vecino.
O, de forma idéntica, ejecutan su plan en los dos países. Ven la isla como una
unidad o conjunto, dependiendo los intereses.
Estados
Unidos invadió a Haití de 1915 a 1934; y a República Dominicana de 1916 a
1924. Según algunos
historiadores, en ambos casos Estados Unidos tenía (sigue teniendoahora con
China) celos o el temor a la influencia comercial que tenían potencias como
Alemania tanto en Haití como en República Dominicana.
Estados
Unidos, Haití y República Dominicana han funcionado como un trípode o un
armazón de tres patas. Pero de esas tres patas siempre hay una (Haití) que ha
tenido, y sigue teniendo, problemas, mientras las otras dos (RD y EE.UU.) se muestran indiferentes
a los problemas de su compañera. Eso no puede seguir así.
Desdeque Haití emerge como nación, el 1° de enero de 1804, ha vivido
perenemente conspirando (en una primera etapa) contra RD; o contra ellos
mismos. Se pueden contar “con los dedos de las manos, y sobran dedos,” los
presidentes que terminan sus mandatos. Estos salen huyendo al exilio o
terminan descuartizados por las turbas en las calles.
Lincharony quemaron vivo a un prócer de la categoría de Jean Jacques
Dessalines (en 1806). Con apenas 2 años en el poder, fue despedazado y los
trozos de su cuerpo fueron arrojados a los cerdos. Si le hicieron eso a un
líder de la revolución haitiana, imaginemos a los demás.
Las conspiraciones contra los gobernantes deben parar y RD no puede ser
indiferente. Se debe asociar con Estados Unidos (aliado natural o el hermano
mayor de las dos naciones) y entre los tres aplastar los conspiradores
históricos. Las autoridades norteamericanas y dominicanas los conocen muy bien.
Los empresarios dominicanos y un sector norteamericano tienen sus intereses
económicos en Haití.
Si Haití tiene paz, logrará su bonanza económica, que será bienestar para
RD, que no tendrá una carga migratoria tan pesada: todos ganamos, pues
haitianos y dominicanos tenemos una vinculación indisoluble.
JovenelMoïse
Haití es el “paño de lágrimas” de República Dominicana y viceversa. Uno no
puede vivir sin el otro; lo que afecta a uno daña
al otro: desde un fenómeno natural, las enfermedades, hasta los conflictos
políticos, económicos y sociales. Lo que destruye a Haití, destruye a RD.
Por esto me sorprende ver la tranquilidad de RD, cuando Haití está prendido
en candela; y no paran (nunca han parado ni pararán) las conspiraciones contra
su presidente, JovenelMoïse, elegido democráticamente. Y con buenas
intenciones, pero no lo quieren dejar gobernar.
Me sorprende también la “ingenuidad” (se hace la tonta) de la prensa
dominicana, cuando a unas conspiraciones bien organizadas las llama
“manifestaciones de protestas sociales y contra la corrupción”.
La prensa debe decir que esos despiadados conspiradores, mientras su país
arde y se hunde más en la pobreza, ellos están en República Dominicana, Miami,
Estados Unidos, Canadá, Francia.
En Haití no hay sosiego: lo destruyen todo, saquean hasta los cementerios. En
los últimos desordenes las turbas iban a los cementerios y sacaban los
cadáveres para salir con ellos a “protestar”; arrojándolos o poniéndolos en las
calles como obstáculos.
Comentarios
Publicar un comentario