Contexto internacional del Consejo de Cultura para el Desarrollo



Por Reynaldo Peguero

Para el Consejo Estratégico de Santiago (CDES) y su Junta de Directores, la formación del Consejo Cultura para el Desarrollo (CDD), no tiene precedentes institucionales en Santiago y República Dominicana; incluso en Centro América. Se conoce de registros oficiales indicativos que ciudades del entorno continental, fundaron similares organismos. Sin embargo, con estas características estructurales y conformación pública-privada, Santiago se coloca a la vanguardia.

Sencillamente, muchas ciudades no acumulan la calidad y cantidad de artistas y gestores culturales per cápita de Santiago. Menos aun, reciben más de medio millón de visitas anuales por sus puertos y aeropuertos de miles de nacionales residentes en el exterior. Visitantes que llegan en los meses de vacaciones escolares en Estados Unidos y Europa, a disfrutar la ciudad y sus espacios lúdicos.

Santiago lo consiguió cuando el pasado cuatro de octubre. Luego de miles de horas de trabajo de más de 250 artistas, gestores, planificadores estratégicos y pensadores, se concretó el Consejo de Cultura para el Desarrollo (CDD). Con estatutos en proceso de formulación que construirán una Asamblea Ciudadana de la Cultura donde caben todos los que asuman principios y mandatos colectivos.

Cientos de alcaldes y autoridades reunidas en Porto Alegre, Brasil en el Encuentro de Autoridades Locales del Foro Universal de las Culturas, aprobaron la Agenda 21 de la Cultura, decisión ratificada en Barcelona por la Organización Mundial Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU). Uno de sus primeros mandatos era que las ciudades, debían fortalecer la participación social en cultura y articular consejos de cultura. Crear espacios donde las alcaldías, junto a gestores, artistas, creativos, grupos de la sociedad civil y empresariado, se acoplaran a implantar acciones. 

La Organización Mundial Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU) asumió la coordinación de la Agenda 21 de la Cultura. La CGLU es la asociación de ayuntamientos más grande del mundo, fundada en mayo de 2004 para defender la democracia y la autonomía local. Dentro del CGLU, la Agenda 21 de la Cultura es gestionada por la Comisión de Cultura, presidida por la ciudad de Lille, Francia, copresidida por Buenos Aires, Ciudad México y Montreal, y vicepresidida por Angers (Francia), Barcelona y Milán.

En 2009, CGLU creó el Fondo para la Gobernanza Local de la Cultura, promovido por su Secretariado Mundial, y por el Ayuntamiento de Barcelona, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional por el Desarrollo (AECID). La primera convocatoria para acceder a este Fondo, dotado de €$ 675,000, euros se abrió a proyectos que debían estar basados en la Agenda 21 de Cultura, documento de referencia. Según los registros oficiales, esta convocatoria se concretó en 78 expresiones de interés, 26 proyectos entregados y 11 proyectos ganadores. Santiago va a concursar en su momento.

En diciembre 2017, el Consejo de la Organización Mundial Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU) se reunió en Hangzhou, China, ciudad emplazada en las riberas del río Qiantang, y acordó que la III Cumbre Mundial de Cultura tuviera lugar en 2019 en la ciudad autónoma de Buenos Aires.

Pocos conocen que el convenio mundial de la Agenda 21 de la Cultura aconteció hace 14 años. Ese era un acuerdo internacional pendiente en la República Dominicana, que también había sido aprobado por UNESCO. El pasado jueves en Santiago, en el mes de la Hispanidad Latinoamericana, quedó para la historia que en la Honorable Sala Capitular del Ayuntamiento, Santiago liderado por su visionaria Alcaldía, con el apoyo de diversas entidades, cumplió uno de los primeros objetivos de esta Agenda Mundial de Cultura: organizar la arquitectura institucional de la participación social en cultura.

Este Consejo de Cultura para el Desarrollo (CDD) fue creado por la Ordenanza Municipal 3127-16. Aprobado unánimemente por los 41 regidores. Al Consejo de Cultura en Santiago se le añadió el predicado “PARA EL DESARROLLO”, para significar que la cultura se valora como fin, medio y escenario del desarrollo local. Su despegue aconteció con la presencia de los socios institucionales de este organismo establecidos por la ordenanza. Mandato que antes de su aprobación legislativa fueconsensuado por meses con los coordinadores de todos los bloques partidarios y con la Presidencia del Concejo de Regidores. Según Juan Carlos Ortiz Abreu, Presidente del CDES, desde esa fecha en adelante, “estamos llamados a iniciar acciones concertadas”.

En Santiago, al CDD por Sala Capitular se le establecieron 12 funciones que facilitan la buena gestión y la activa animación sociocultural. Es una entidad cuya asamblea institucional tendrá los socios que acepten sus Estatutos y principios rectores. Una organización pública y privada coherente con la ley de las asociaciones sin fines de lucro 122-05 y con la ley de municipios 176-07.

Entendemos que este organismo será decisivo para las más de 10,500 empresas culturales inventariadas en Santiago, muchas de ellas dirigidas por laboriosas mujeres, donde circula una masa monetaria superior a los 30 mil millones de pesos anuales. Por eso se sugirió la presencia de INFOTEP, Cámara de Comercio y Asociación de Zonas Francas. Para que podamos mejorar las microfinanzas de muchos de estos pequeños negocios culturales que según diagnósticos objetivos, lo requieren.

Iván Duke actual Presidente de Colombia, en su momento consultor del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) denominó la cultura y sus industrias como “la economía naranja del siglo XXI”. Promoveremos que las sesiones iniciales del Consejo de Cultura para el Desarrollo, aprueben el plan operativo de estos próximos seis meses, a ser impulsado por todas y todos.  


Reynaldo Peguero es Director del Plan Estratégico de Santiago





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