Por JUAN T H
El presidente
Danilo Medina está en las calles buscando votos desde hace siete años; Leonel
Fernández, con una cola de corrupción más larga que la del cometa Halley,
estaba escondido participando en cónclave internacionales mientras perdía el
control del partido que preside (PLD) hasta que finalmente decidió lanzarse al
ruedo a pesar de los obstáculos que le coloca el verdadero líder del país: El
Estado, hoy controlado por su principal oponente, Danilo Medina.
Las firmas, más
de un millón, aseguran, no dicen nada. (Antes consiguió dos millones). Nadie
con autoridad profesional y moral no comprometida, las ha validado. Pero aunque
sea así, tampoco sirven de mucho, pues firmas consigue cualquier que cuente con recursos económicos para la
“logística” que cuesta millones de pesos que nadie sabe de dónde salen. (¿Dónde
estaráMagín con su DGII?)
El Palacio de
los Deportes no tiene capacidad para muchas personas. (Apenas 8 mil 337) Los
bachateros lo llenan frecuentemente, al igual que el equipo de basquetbol del
Mauricio Báez. El Estadio Olímpico, que puede congregar a 50 mil personas, ha sido abarrotado por Juan Luis Guerra más
de una vez, por el bachatero Romeo y otros artistas populares.
El acto de Leonel,
lejos de ser una manifestación de fortaleza política, demostró debilidad.
Sirvió para probar que perdió el poder que alguna vez tuvo. Un elemento
importante no es la cantidad, es la calidad, política y económica de los presentes. Las ausencias de la mayoría
del Comité Político y del Comité Central del PLD fueron notorias, al igual que
la de su esposa o ex esposa Margarita Cedeño, que también quiere ser la
presidente de la República.
Las decisiones
en el PLD –y en cualquier otro partido del sistema- no las toman “las bases”
(que solo sirven para ser “pisadas”) sino la cúpula, que ahora, de acuerdo con
la ley de partidos tienen más poder que antes. Y en el PLD la “cúpula” la
encabeza Danilo.
Las primarias en
el PLD se harán como decida Danilo, dueño y amo de ese partido. De ser abiertas,
como todo parece indicar, será muy difícil que Leonel las gane sin el liderazgo
del presupuesto nacional. ¡Me temo que el Estado lo vencerá!
Y si logra
convertirse en candidato presidencial, no significa que ganará las elecciones,
pues no contará con los recursos que en el 2012, puso a disposición de Danilo
para imponerlo como presidente, de lo cual hoy se arrepiente amargamente.
Leonel no tiene
el respaldo del Estado ni de sus actuales dueños, tampoco tiene el de los partidos minoritarios que una vez lo
hicieron a cambio de un poco del pastel del gobierno. Esas migajas ahora las da
Danilo. En el plano internacional no creo que Estados Unidos le extienda su
poderoso brazo solidario. Al contrario, le tiene algunos expedientes
acumulados.
¿Qué puede
ofrecer Leonel, desde la oposición, que
Danilo no haga desde lapresidente de la República? ¿Qué
promesas puede hacer Leonel que no hiciera en el pasado? ¿Por qué quiere hacer
ahora lo que no hizo en 12 largos años? ¿Volver a “pagar para no matar”, por
ejemplo? ¿Tomar dinero prestado sin la aprobación del Congreso como ocurrió con
la Sum Land? (El “crespón negro” de la Suprema Corte de Justicia de Subero Iza)
¿Félix Bautista,
Díaz Rúa y otros “niños cantores de Viena” serán nuevamente los funcionarios de
su hipotético gobierno? Con Leonel en el poder continuará –como ahora- la
corrupción y la impunidad. El impuso ese modelo. Danilo lo continúo con más
fuerza. Leonel, igual que Danilo, le negó el 5% a la Universidad; el 5% del PIB
a la salud. Y el 4% para la educación, que Danilo está otorgando, fue una conquista del pueblo, no un regalo
del PLD.
No creo que este
pueblo vuelva a votar por Leonel Fernández para presidente de la República.
Sería un acto de masoquismo perverso que atentaría contra el pueblo mismo.
Leonel, Danilo y el PLD no pueden continuar en el gobierno. Es momento de
cambiar el rumbo. ¡No más PLD!
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