Por Luis Eludís Pérez
La Escopolamina, también conocida como Hioscina y bautizada por el
pueblo como “Burundanga”, es una nueva droga que ha sido reportada con una característica
inquietante, y es que anula la voluntad de quien la consume o se la hacen
consumir.
En los últimos tiempos hay reportes crecientes e inquietantes, cada vez
más frecuentes, de personas que siendo víctimas de una serie de malhechores,
han hecho cosas insólitas, como ir a un cajero, retirar dinero y como un autómata
entregarlo “voluntariamente” a su victimario.
Junto con este nuevo estilo y forma de esquilmar los bolsillos de la
gente, también han crecido una y mil formas de robo asaltos y corrupción de
todo tipo, al amparo de la impunidad impuesta por quienes tienen el Poder. Así
las cosas, hemos visto como han salido de la pantalla algunos “bandidos de película”,
que, con una seguridad increíble han actuado para robar algunas instituciones
bancarias y financieras.
Del mismo modo, los ladrones de baja monta también han crecido increíblemente, como los ladrones de
celulares y prendas en cualquier sitio público, tanto que ya a cualquiera lo
asaltan y el asaltado y los transeúntes, miran y continúan caminando y con su
rutina normal, como si esto fuera parte del quehacer diario.
Así también hemos visto, que mientras en el gobierno del Presidente Hipólito
Mejía, el dólar americano llegó a cotizarse hasta un 50 por 1; y el precio del
barril de petróleo sobrepasar los 100 dólares, el precio del GLP no pasó nunca
de 25 pesos y la gasolina regular no llegaba a los tres dígitos, llegando a acuñarse
la frase de: “si suben, suben y si bajan, bajan” refiriéndose a los
combustibles y su relación con el precio del petróleo y la cotización del dólar
Hoy vemos que si suben, suben y si bajan, también suben y nadie reacciona.
En el vecino país de Haití, el gobierno se atrevió a subir 0.25
(veinticinco centavos) a la gasolina y ya ustedes pueden ver lo que está
pasando en ese país.
Viendo este panorama, y comparando las cosas que ocurren en nuestro país,
nos surge una interesante pregunta: Será que el gobierno del PLD, Danilo y
Leonel, nos han administrado la Burundanga de manera colectiva y clandestina y
nos han robado hasta la voluntad de defender nuestros derechos?
Sólo queda una esperanza, y es que el efecto de la Burundanga es
temporal y además Hipólito Mejía, Luis Abinader y la Dirección Nacional del
PRM, decidieron en su última reunión unir sus voces a las más sentidas demandas
del pueblo y entonces ajustar cuentas a los abusadores, estafadores y ladrones,
y devolverle la paz y tranquilidad a todos.
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