Cuatro días con energía



POR NÉLSIDO HERASME

Los marginales estamos deseosos de ver la luz al principio del túnel para no tener que recorrer su trayecto a oscuras.  

En la Semana Santa pasada nos asustamos mucho, porque hacía bastante tiempo que no observábamos las nevera del vecindario empreñarse de tanta escarcha.

Hubo un momento en que nos vimos obligado a tener que apagarla, y todo debido a que durante el asueto recién concluido nuestra pequeña patria, el Barrio 27 de Febrero fue premiado con cuatro días de energía eléctrica de forma consecutiva.

En ese momento nos hubiese gustado saber a quién se le ocurrió la brillante idea de iluminar mi sector por tanto tiempo.

Sépase que fueron 96 horas ininterrumpidas donde se alcanzaba a  ver todo claro por las noches y en donde además dejamos de aplaudir, porque la energía nunca se fue.

Al día de hoy aun no sabemos si la iniciativa salió de los despachos de los ingenieros Rubén Jiménez Bichara, vicepresidente ejecutivo de la Cdeee o del ingeniero Luis Ernesto de León, gerente de Edeeste, porque muy bien sabemos que son personas que trabajan afanosamente por la electrificación e iluminación del país y están muy pendientes de los  movimientos que, en cada barrio se levantan y trabajan en pos de ser incluidos en el circuito de las 24 horas de luz.          

Los  ejecutivos de las empresas energéticas, a través de los equipos de gestión y responsabilidad, están valorando positivamente la labor que  los comunitarios de la Circunscripción No. 3 del Distrito Nacional están desarrollando desde los Comités de Seguimiento a la Electricidad (Cose).
Los moradores, no solo de mi sector, sino los que residimos en la Zona Norte de la Capital, queremos dejar de vivir bajo las tinieblas; para ello estamos dispuestos a pagar la energía que consumamos.

Queremos seguir de la mano con la gerencia de gestión social de Edeeste, para que nos oriente sobre el tipo de acciones que debemos emprender de cara a eliminar las largas tandas de apagones, la que por años sin términos ha mantenido trastornado el desenvolvimiento de las actividades comerciales, educativas, religiosas, de salud, sociales y culturales de nuestra barriada.










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