Padre Jhonny duró 48 meses hablando mentiras a los medios de RD


Cardenal López barrió con los nombres de los periodistas que investigaron y denunciaron el caso

ANTO DOMINGO.- La denuncia que hicieron los periodistas Nereyda Feliz y Josué Martínez, con el apoyo de organizaciones feministas, contra el sacerdote Manuel de Jesús Mota, antiguo Padre Johnny, de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana sirvió como escarmiento a los religiosos que piensan que la sociedad dominicana es la misma de cinco décadas atrás.

Ambos comunicadores piden un desagravio público de esa institución religiosa ya que en el momento en que se dio a conocer el caso el Cardenal López Rodríguez barrio con el nombre de estos.

Nereyda Feliz dijo que fue criada en el seno de la Iglesia Católica, con un diacono de la institución, que la acogió en adopción, pero que cuando fue conociendo las mentiras que envuelven a esa entidad, no titubeó para denunciar el caso atroz que llegó a sus manos, porque consideró que ese abuso que cometió el sacerdote y la forma en como lo enfrentó el representante Católico, por lo que siguió adelante con el caso.

Dijo que al dar conocer los hechos de violaciones, seducción y abusos de menores, el sacerdote decía que no era culpable y se creyó que la comunidad todo el tiempo lo apoyaría.

“Que equivocado estaba, la pena es que los medios de comunicación por temor al gran poder de la institución no fueron más enérgicos y muchos comunicadores cogieron miedo y no se atrevieron a publicar, si no, que por el contrario, pensaron que la denuncia que hicimos era sólo para buscar fama”, expresó Feliz.

“Hemos hecho un periodismo responsable, y aun en ese momento la investigación fue hecha con nuestros recursos porque ningún medio quiso financiarnos, por dudas a que fuera cierta o no la denuncia”, recalcó.

Aseveró que hoy las víctimas sienten un gran alivio y pueden incluso, volver a creer en un Dios justo, porque luego de las malas experiencias su vida espiritual quedó en el vacío existencial.

Entiende que no se puede dejar de destacar la falta de intención de las autoridades judiciales de Constanza y La Vega, que en vez de dar apoyo y contribuir al debido proceso estorbaron y fueron obstáculo para que se llegara a las últimas consecuencias.

“Es una vergüenza contar con fiscales ineptos, inseguros y allantosos, otros que descaradamente se burlaron de las victimas mientras ponían la denuncia, delante de nosotros los periodistas y el abogado del caso Félix Portes”, lamentó la declarante.

Recordó que gracias a la independencia de periodistas arriesgados y que gozan de cierta credibilidad el caso fue llevado hasta otras latitudes, logrando incluso desencadenar, una nueva investigación en los casos de pederastia en Juncalito y del Nuncio apostólico en el mismo momento, lo cual detonó la bomba de tiempo para que la Santa Sede enviara una comisión especial a investigar el caso.

También llamó la atención de los colegas que ni siquiera hacen referencia a quienes hicieron la investigación del caso en primera instancia, ya que no hay conciencia de la ética periodística, más espera que éste sea uno de los aspectos que el Colegio Dominicano de Periodistas asuma como parte de su agenda de trabajo.

Es de opinión que los gremios también deben revisar su accionar, respecto a casos como estos, tan graves, donde un periodista haga una denuncia de esa magnitud y que ninguno de los gremios se acercara para ofrecer apoyo, sabiendo que se vive en un país donde cualquier comunicador que se atreva, le cortan la cabeza, o aparezca lleno de mosca, o le pase lo que le hicieron a Narcisazo.

Agradeció al periódico Acento por hacer su trabajo de seguimiento, y a las periodistas Alicia Ortega Hasbún, Indira Vásquez, Addis Burgos, Nuria Piera, María Elena Núñez y Edith Febbles, entre otros medios, por darle las manos en el momento de la denuncia.


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