A propósito del desarrollo: gestión construcción nuevo mercado


Por Rafael Matos Féliz

Casi todos los barahoneros adultos recordamos que en el año1991 (13/4/91) el mercado público del municipio de Barahona fue devorado por un voraz incendio. Situación esta, que obligó a los usuarios a buscar nuevas y diversas formas para vender sus mercancías y alimentos. De esta manera, se ocuparon todos los contornos del mercado incendiado, ampliándose su área hasta la cercanía del cementerio y también, poco a poco, los contenes, las aceras, y las calles circunvecinas se fueron poblando de mercaderes.

Luego el Gobierno entre el 1994 y1996, construyó un nuevo mercado, casi al frente del Liceo Federico Henríquez y Carvajal; pero los vendedores afectados dijeron que por la distancia y el poco espacio, no se iban a mudar para ese nuevo mercado. Razones estas que determinaron la ampliación de las ventas en la misma área afectada por el incendio.

Más tarde, y tomando en cuenta la declaración de Barahona, primero como Polo Turístico, y luego como Cuarto Polo Turístico Ampliado (incluyendo a toda la región Enriquillo) se le dio inicio, en el área incendiada, a la construcción del denominado Mercado Nuevo, al cual se le pretendía dar un modelo turístico. Se demolieron los escombros dejados por el incendio y se  levantaron infraestructuras de dos niveles en todo el interior de la cuadra. Mientras eso ocurría, la ocupación de áreas vecinas siguió con tarantines, puestos de venta, construcciones ilegales en aceras e incluso en las calles hasta hacer casi imposible el tránsito por el mercado,

Se ocupó la pared sur externa del Colegio Divina Pastora así como la entrada al cementerio y todo fue un pandemonio.Se pasó de un mercado a  “mercado-barrio” y ahora las “viviendas ilegales” pasaron a ser otra mercancía de venta. La carta de presentación de los gobiernos, central y local, fue la desidia y el desprecio y tanto el mercado público como el nuevo “modelo turístico”, quedaron a la deriva y sin dolientes.  

Las esperanzas de dotar a Barahona de un nuevo mercado, se fueron al carajo, porque a los dizque, tomadores de decisiones, también las ganas se les fueron al otro carajo.

Se nos dijo, que desde el ayuntamiento se hicieron diligencias con el gobierno central para la construcción del mercado, porquela alcaldía no tenía recursos para emprender esa tarea. Hubo promesas, como siempre, y así las estructuras levantadas para el mercado nuevo y turístico, se abandonaron y mientras eso ocurría, todas las paredes externas de esas nuevas construcciones se fueron ocupando con todos los tipos de tarantines y ahora lo que se tenía era un “mercado externo”, es decir, un mercado en todas las aceras y parte de las calles de la cuadra de la “nueva estructura”.

Devino el irrespeto a los ciudadanos de caminar por las calles y no por las aceras. Ahora caminar significaba tomar el medio de las calles y se nos fue acostumbrando a correr el riesgo de un accidente de vehículo. Luego se ocupó también, la isleta de la calle 30 de mayo y todo siguió como un desorden mayúsculo, todo lo cual se continúa hasta hoy.

Entre los años 2004 y 2008, la JICA de Japón, la oficina de Planeamiento Urbano, la Alianza Estratégica, el CURSO-UASD y el Clúster, realizaron numerosas gestiones para tratar de introducir en los planes del gobierno central y del ayuntamiento, la conclusión de los olvidados mercados. Se trabajó con los mercaderes para su concienciación, se propusieron mercados satélites en barrios y sectores con el objetivo de descongestionar el área del mercado ya arrabalizado.

Posteriormente entre 2009 y 2010, un grupo de Maestría en Ecología y Ambiente del CURSO-UASD propuso un “máster plan” para reordenar el mercado público y un poco más tarde (final del 2010), de nuevo, la Alianza Estratégica les propuso a todas las autoridades municipales y provinciales para que en la mesa del consenso, se gestionara la terminación de esa obra de interés social y de salud. Pero, así como los “marcianos” se motivaron para empujar una acción conjunta en ese sentido, así mismo ninguna de “nuestras autoridades” movió un dedo para posibilitar la concreción de ese sueño.

Entre esas autoridades convocadas estaban el Gobernador, el Alcalde, las direcciones regional y provincial de Salud Pública, Dirección de Medio Ambiente, el Senador y todos los diputados. Ahora de nuevo, se anuncia que se le va a meter mano a esa emblemática obra, por tanto tiempo esperada. Estamos esperando que de verdad ese anuncio no sea una nueva burla y de esta forma se nos dé un bofetón si manos a los que “tanto fuñimos”.
Les molestaremos en otra ocasión,

Por el Desarrollo Sostenible


Comentarios