Por Nelson Encarnación
El sistema democrático es el único que permite el desarrollo de las ideas y
el ejercicio pleno de las iniciativas políticas a través de lo que se ha
definido como “el ecosistema de partidos y organizaciones políticas”, el cual
nunca está exento de serias amenazas que proceden de supuestos demócratas que
en realidad no lo son.
Mediante ese ejercicio es la única vía legal de acceder a
las posiciones de establecidas en el organigrama estatal. Cualquier otro medio
que se emplee es ilegal, ilegítimo, arbitrario, usurpador.
Esta somera introducción tiene el propósito de enfatizar
sobre la conveniencia de que todos aquellos que tengan algo que aportar para
enriquecer el debate político en la República Dominicana lo hagan desde
cualquier instancia partidaria o desde los medios de comunicación. Y no tienen
que estar interactuando en el país sino que lo pueden hacer desde fuera de él.
En ese sentido voy a resaltar las ideas y señalamientos
que ha venido haciendo desde los Estados Unidos el empresario y político Víctor
Abreu, los cuales me han llegado por diferentes vías y canales, y los considero
enriquecedores del debate.
El señor Abreu, a quien no tengo el placer de conocer
personalmente, sustenta la opinión que expresan muchos dominicanos, con la
diferencia de que otros se quedan en las meras lamentaciones y en el
“denuncismo” puro y simple, sin arriesgarse a asumir posiciones comprometedoras
de cara a procesos riesgosos.
¿Qué persigue un empresario que probablemente tiene sus
problemas resueltos mediante la iniciativa privada en un país como Estados
Unidos, es decir, una sociedad de oportunidades?
Percibo que quiere incidir con sus ideas—y posiblemente
en el futuro desde una plataforma política propia—a mejorar el sistema de
partidos que ciertamente necesita algunos ajustes, pero hay muchos que quieren
que sean otros quienes les hagan la tarea, pues resulta más cómodo
atrincherarse en una supuesta equidistancia partidaria y desde allí disparar en
todas las direcciones.
Eso está ocurriendo en la República Dominicana donde los
alegados apartidistas se toman la libertad de trazar pautas al espectro
partidario completo, bajo el alegato de que “el sistema de partidos hay que
cambiarlo”. Por supuesto que no identifican por qué lo cambiarían, sino que se
quedan en la superficie que es la plataforma de todos los irresponsables.
De ahí mi opinión de que posiciones como la de Víctor
Abreu merecen ser alentadas, si tomamos en cuenta que a la distancia arriesga
más que lo que gana.
Sus críticas al sistema de partidos ayudan a las organizaciones a procurar
siempre la mejoría para beneficio de ellas mismas, y recordar que todas,
grandes, medianas a pequeñas, constituyen el soporte de la democracia.
Fuente: elcaribe.com.do
Comentarios
Publicar un comentario