A
propósito del desarrollo
Por Rafael Matos
Féliz
En el 2002 el
Gobierno Dominicano había hecho un contrato con la empresa Placer Dome paraexplotar
las Minas de Oro de Cotuí. Dicho contrato, daba un 25% de las ganancias netas
al país. Señalaba que después que la empresa sacara el capital de inversión
(unos 350 millones de dólares), el estado dominicano quedaba con el 51% de las
acciones. Además, las tierras expropiadas a los campesinos para la explotación,
al igual que las remediaciones ambientales debían ser cubiertas por la empresa
minera.
Para el 2006,
Barrick Gold le compra a Placer Dome el derecho de explotación de las minas y
de inmediato “exige” al gobierno de Leonel, cambiar el contrato anterior por
otro que solo beneficia a la multinacional. El nuevo contrato quitaba el 25% de
las ganancias netas para el país, ahora la inversión “dizque” era de 4,500
millones de dólares y había que esperar que la empresa los sacara por completo
para que las acciones puedan pasar a ser mayoritaria para el pueblo y país
dominicanos.Ahora el contrato era 97/3, o sea, de cada 100 pesos generados en
las minas, 97 eran de la empresa y 3 para el país.
Las
expropiaciones y las remediaciones ambientales ahora tenía que pagarlas el
Estado, es decir, el pueblo dominicano. Este leonino contrato, fue enviado por
el Presidente con la recomendación de que lo aprobaran de inmediato. Para lo
cual, “los congresistas”, no tuvieron que leerlo, ni siquiera para saber de qué
se trataba. Solo tenían que aprobarlo.
El desprecio del
gobernante y de los congresistas contra este país, no se paraba ahí y, a
seguidose da el permiso para que la empresa instale una planta energética con
carbón de petróleo a cielo abierto en la zona del Cayo de Barahona. Dicha
planta produciría la energía que la empresa demandaba para las minas de Cotuí. Y
para llevar la energía desde Barahona a Cotuí se tenía que construir una
“avenida eléctrica” desde Barahona, pasando por Azua, Ocoa, Bonao y atravesando
las carreteras Sánchez y Duarte.
De inmediato
“los loquitos” que estamos en Barahona, los que nos oponemos a los que los
buscavidas llaman “desarrollo”, buscamos informaciones acerca de este tipo de
plantas energéticas y encontramos que en los Estados Unidos, esas plantas habían sido prohibidas porque se comprobó que
el carbón de petróleo que se usaba, producía gases y partículas muy toxicas y
que en esa nación eran las causantes, de por lo menos el 19% de los abortos o
nacimientos anormales de niños y del aumento, en un 150%, de las muertes por
cáncer en adultos, en las zonas donde estaban ubicadas.
Esos datos los encontramos
en trabajos escritos por la Agencia para la Protección del Ambiente (EPA) yEarthPolicyInstitute,
ambas de Estados Unidos. Dimos nuestra voz de alerta y nos opusimos a ese
crimen contra esta empobrecida provincia y ahí mismo aparecieron los
“desarrollistas de pacotilla”, y nos acusarondeenemigos del desarrollo.
Algunos
“dirigentes políticos y sindicalistas del partido de gobierno” decían a todo
pulmón, ¡que venga ya la planta de carbón!, que con ella llegará el desarrollo
a Barahona! Más tarde se corrió la voz que esos personajes habían recibido pago
por su “trabajo” y luego los mismos personajes fueron usados por la Barrick
Gold para la “entrega de mochilas y cuadernos a niños”, especialmente en lo que
hoy es Villa Central.
En otras
palabras, Barahona sería usada como centro productor de energía barata para la
empresa minera y nosotros recibiríamos las cenizas volátiles (Flyash) y así nos
ganábamos los abortos, las anormalidades de nacimientos de nuestros niños y el
aumento de las enfermedades cancerígenas, y no olvidemos que también algunos
apologistas del “buscavidismo” iban a ganar el cobropor su venta y
prostitución.
Otro aspecto que
ganaríamos era lo referente a que las aguas lixiviadas al mojarse las pilas del
carbón depositadas en el Cayo (acción que se debía hacer constantemente), irían
a drenar como aguas servidas al mar Caribe en la zona detrás del depósito; lo
que implicaba envenamiento masivo de peces por la ingesta de mercurio y otros
químicos contenidos en los carbones de petróleo. Peces que nosotros comeríamos
también.
Ese crimen, solo
se pudo evitar cuando en un “encuentro” organizado por la Barrick Gold en Costa
Larimar, las voces más comprometidas con el Desarrollo Sostenible hablarony
mostraron copias de los daños que a la salud hacen esas plantas. Esas voces
acallaron los cantos de sirenas de los allí “pagados”, y al final, el Obispo
Felipe Núñez, dijo “señores de la Barrick, recojan que ya Barahona habló y aquí,
no los queremos”.
Es muy lamentable
que en Cotuí se muere y se enferma la gente contaminada, se les dañan sus
aguas, se disminuye su vida y los cuartos que gana la empresa, el gobierno los
pone como parte del Crecimiento Económico y como desarrollo de nuestro país. ¿Ustedes
han visto al diablo?
Seguimos en otra
ocasión mis estimados amigos.
Por el
Desarrollo Sostenible
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