Por Jaime Fernandez Lazala
Las elecciones del 2020 estarían
manipuladas si el Estado Dominicano sigue manteniendo cautivos miles de
empleados sin el cambio del Registro Electoral de su demarcación
nativa. Si a los candidatos del Gobierno no se les prohíbe comprar y
permitir la duplicidad del voto, estaremos de nuevo padeciendo resultados
de los sufragios amañados. Seguirán siendo simplemente resultados ignorados,
porque los actuales gobernantes no están interesados en unas elecciones
que puedan apartarlos de su trono.
Bajo gobiernos dictatoriales las
elecciones no se pueden usar como instrumento para un cambio político
significativo. No podemos seguir simulando elecciones sólo con el propósito de
aparentar ser democráticos. La impunidad de la Junta Central Electoral y el
Tribunal Superior Electoral han producido en el pasado reciente simples
plebiscitos rigurosamente controlados, para obtener la aprobación de los
votantes de los candidatos escogidos por los gobernantes de turno.
En los gobiernos dictatoriales,
las camarillas militares, los políticos más ambiciosos, buscones y adulones
y los funcionarios electos y los partidos políticos doctrinales,
repetidamente van a seguir buscado cómo imponerse. La impunidad y
los abusos de poder seguirán estando a la orden del día. Los derechos
humanos les serán negados a un gran número de ciudadanos dominicanos.
La población está siendo atomizada
(convertida en una masa de individuos aislados), incapaces de trabajar juntos
para conseguir su libertad, de confiar los unos en los otros y hasta de hacer
algo por su propia iniciativa.
Al parecer ha surgido una luz brillante
y verde con resultados predecibles: La población ya, no es débil,
tiene confianza en sí misma y es capaz de ofrecer resistencia a la
impunidad que caracteriza el gobierno actual.
Los dominicanos ya no estamos
asustados y vamos a compartir nuestro repudio por la impunidad y
el hambre de libertad con nuestras familias y amigos. Estamos
pensando en serio en la resistencia.
Se debe fortalecer a la población oprimida
en su determinación de luchar, en la confianza en sí misma y en sus aptitudes
para resistir;
Se debe fortalecer a los grupos sociales
e instituciones independientes del pueblo oprimido;
Se debe crear una poderosa fuerza de
resistencia interna;
Se debe desarrollar un amplio y
concienzudo plan estratégico global para acabar la impunidad, y ejecutarlo con
destreza.
La compra del voto, y el traslado de
votantes a los colegios electorales, una cédula que no determina
realmente el actual domicilio del votante y la falta de sanciones para el
Presidente de turno en las inauguraciones y dádivas, son los medios de los
gobiernos dominicanos para imponerse.
LIC. JAIME FERNANDEZ LAZALA, EX DELEGADO POLITICO ANTE LA JCE.
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