Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ El dominicano
Leandro Arriaga, llegó en una yola a Puerto Rico hace 16 años, fue detenido por
guardias de inmigración y firmó un formulario para regresar voluntariamente a
la República Dominicana, pero en vez de eso, logró cruzar a los Estados Unidos
estableciéndose en Massachusetts.
Se casó dos veces, ha
procreado cuatro hijos, compró una casa, comenzó un negocio y se mantenía en un
trabajo estable, para ayudar a mantener sus hijos.
El segundo matrimonio fue
con la dominicana Katherine Ramos quien le solicitó la residencia, aprobada
después que el oficial de inmigración, entrevistara a la pareja por separado y
determinara que el matrimonio es legal, con una hija, Jade Arriaga Ramos de
tres meses de edad y le aprobó la tarjeta verde.
Ellos estaban alegres,
felices y celebrando en una sala de espera de las oficinas de la Agencia de
Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS), cuando Leandro fue llamado de
nuevo y puesto en custodia de agentes de la Policía de Inmigración y Aduanas
(ICE).
Dieciséis años después de
que llegó a Puerto Rico en la yola, con
60 personas a bordo, las órdenes ejecutivas migratorias de Donald Trump, lo han
atrapado.
Los agentes de la ICE con
base en Lawrence, con una comunidad latina de 77.000 inmigrantes, la mayoría
dominicanos, y conocida como "Ciudad de Inmigrantes", detuvieron
a cinco personas incluyendo a Arriaga.
La detención de Leandro y demás
latinos, provocó protestas de activistas comunitarios y líderes políticos,
contra las redadas de la policía migratoria.
Durante su arresto, un agente de la ICE le preguntó a
Arriaga si quería despedirse de su esposa. Él dijo que no, el abrazo sería insoportable
para los dos. Se fue sin verla y fue recluido en la cárcel Bristol House of
Corrections en el poblado de North
Dartmouth en Massachusetts.
"Sabía que iba a ser
muy triste", dijo Leandro en una entrevista telefónica con el periódico
Salem News desde la cárcel, sobre por qué se fue sin ver a su esposa. "Es
difícil para mí”, dijo Arriaga.
Katherine alumbró su primer
hijo, la niña que nació el 15 de diciembre de 2016. Arriaga tiene tres hijos de
otro matrimonio, de 8, 9 y 13 años, que viven con su madre en una ciudad vecina
a Salem.
La abogada de Arriaga, Tania
Palumbo, dijo que la orden de deportación final emitida recientemente contra él,
significa que puede ser deportado a la República Dominicana en cualquier
momento. Ella dijo que pedirá una suspensión de la decisión.
La orden de deportación es
la segunda contra Arriaga. La primera se
emitió cuando fue arrestado hace 16 años, después de que bajó del barco en
Puerto Rico. En ese momento, una orden de salida voluntaria le obligaba a
regresar por su cuenta a la República Dominicana. En su lugar, consiguió
llegar a los Estados Unidos.
Shawn Neudauer, un portavoz
de la ICE, no reveló detalles sobre el caso de Arriaga y los otros cuatro,
incluyendo sus nombres y ciudades natales. Paulia Grenier, portavoz de la USCIS,
también se negó a dar detalles sobre los
detenidos por la ICE.
La estación de radio en
Boston WBUR informó que tres de los cinco, habían ido a la USCIS para presentar
solicitudes de residentes legales permanentes.
La estación informó que uno
de ellos, es una mujer brasileña que
como Arriaga, recibió una orden de deportación antes de casarse con un
ciudadano estadounidense. La estación no dijo dónde vivía la brasileña en los
Estados Unidos.
El año pasado el ayuntamiento
de Lawrence ordenó a la policía local que no cooperara con los agentes de ICE
que buscan identificar y deportar a los residentes indocumentados, a menos que
los agentes tengan una orden judicial para sus arrestos, firmadas por un juez.
La votación del Consejo Municipal
añadió a Lawrence a las decenas de municipios que se han declarado ciudades
santuarios.
La abogada en inmigración, Zoila
Gómez, que trabaja en Lawrence con
Palumbo, dijo que Arriaga primero solicitó residencia legal permanente el
primero de marzo de 2016, cuando se le dio poca oportunidad de ganar la
presidencia a Donald Trump.
Ella dijo que decidió
continuar con la aplicación después de la elección de Trump, en parte porque su
solicitud había servido como una alerta a la USCIS de que él estaba en Estados
Unidos.
Sus peores temores se dieron
cuando la agencia notificó al ICE acerca de su reciente entrevista.
“Leandro, con la nueva
administración, existe la posibilidad de que te arresten en tu entrevista. ¿Todavía
quieres seguir adelante?", le preguntó la abogada Gómez. Él dijo que sí.
De lo contrario, su petición para la residencia, tendría que ser retirada y no
habría ninguna esperanza para tratar de anular la orden de deportación que pesaba sobre él durante 16 años.
La pareja reside en una casa
en la calle Warren comprada por
Katherine y Leandro en 2012. La esposa dijo que sus preocupaciones se están
multiplicando. Sin la ayuda de él, ella no podría administrar sola la pequeña empresa de bienes raíces que su
esposo tiene con dos casas en Lawrence y tres en la vecina ciudad de Springfield.
Katherine llegó a Estados
Unidos con su madre en 2009, ocho años después de Leandro. Su abuela patrocinó
su residencia y la ayudó con el proceso
de ciudadanía.
Un amigo mutuo se la
presentó a Leandro en 2010. Compraron la casa en 2012, se mudaron juntos y se
casaron en el ayuntamiento de Lawrence en 2015.
Ella dijo que cada uno vino
a los Estados Unidos por las mismas razones simples: "mejores empleos,
mejor educación y mejores vidas”.
PIE
DE FOTO
NUEVA
YORK._ El dominicano Leandro Arriaga junto a su esposa Katherine Ramos de
Arriaga. A la derecha, la dominicana con Jade, la hija de la pareja de tres
meses de edad. (Fotos vía facebook y Karl Russo /Salem News)
Comentarios
Publicar un comentario