Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ Con una misa en
la iglesia Santo Tomás de Aquino, una caminata y un acto memorial en el
monumento en su honor, fueron recordados numerosos dominicanos, hondureños
garífunas y boricuas, que perecieron quemados hace 27 años en la discoteca
“Happy Land” de El Bronx, cuando el cubano marielito Julio González, celoso con
la novia, decidió prenderle fuego al establecimiento, con 87 parroquianos
dentro.
Cada año, familiares de las
víctimas, líderes políticos, activistas comunitarios, bomberos y policías,
participan activamente en le ceremonia de recordación a los muertos.
El siniestro fue provocado
por González el 25 de marzo 1995, después que borracho y encolerizado con la mujer y un guardia d seguridad que le
impidió la entrada, fue a una estación de gasolina cercana, compró el
combustible y lo roció en la entrada del club nocturno después de discutir con su ex novia.
El club social, que estaba
ubicado en el edificio 1959 de la avenida Southern Boulevard, no tenía un
sistema de rociadores y las salidas de emergencia estaban bloqueadas, por lo
que la mayoría de las víctimas, murieron asfixiadas y aplastadas en medio de
una estampida, en la que todos los que estaban adentro, trataban de salir al
mismo tiempo para salvarse.
“Happy Land”, era visitada
mayoritariamente por dominicanos, hondureños y puertorriqueños que residían en
la zona.
Este reportero, fue testigo
de una de las más dantescas escenas nunca antes vistas, con docenas de
cadáveres esparcidos en la calzada de la cuadra y cubiertos con mantas blancas,
mientras cuadrillas de policías, bomberos y paramédicos, se dedicaban a la
macabra tarea de levantarlos y la oficina del médico forense a identificarlos
con ayuda de los familiares.
La procesión partió de la
iglesia situada en en el edificio 1900 de la calle Crotona Parkway y recorrió
dos cuadras desde las 7:00 de la noche, hasta llegar a la intersección de
Southern Boulevard y la avenida Tremont Este, donde estaba la discoteca y se
levanta el monumento.
Docenas de familiares de las
víctimas, participaron en ambos actos, portando velones, fotografías, flores y
otras alegorías en memoria de sus deudos.
Muchos, lloraban a más
de un cuarto de siglo después de la
tragedia.
Las lágrimas, fueron otra
vez parte de las dramáticas escenas que se volvieron a vivir en el lugar.
A González, quien fue
condenado a 87 cadenas perpetuas consecutivas, una por cada víctima, más otras sentencias
adicionales, se le ha negado la libertad condicional cada vez que se ha
presentado ante la junta.
Fue declarado culpable de
174 cargos de asesinato, después de haber quemado la discoteca.
“El señor González no
podría vivir en libertad sin volver a
cometer crímenes horrendos y su liberación no es compatible con el bienestar de
la sociedad”, dictaminaron los miembros de la junta.
González, que tenía 60 años
de edad, luego de una discusión con Lydia Feliciano, su novia en aquel
entonces.
La señora Feliciano, fue una
de las seis personas que lograron escapar de las llamas, salvándose
milagrosamente de la masacre.
Cuando fue interrogado por
la policía, él dijo que “el diablo me ordenó que quemara a todo el mundo”.
Intentó suicidarse y fue puesto en una celda especial de vigilancia en la
cárcel de Rikers Island, hasta ser procesado en la corte.
“La ira estaba con el hombre
que dejé atrás”, les dijo a los miembros de la junta en un video conferencia
desde la cárcel estatal, situada en el suburbio de Dannemora al Norte de Nueva
York.
“En ese momento, yo no
estaba pensando en lo que estaba haciendo”, añadía el cubano. “En relación a la
discoteca, no sabía cuántas personas estaban adentro. Cuando llegué vi a pocos
bailando y bebiendo, pero la discoteca tenía dos plantas y yo no lo sabía”,
relató.
El propietario de “Happy
Land”, había sido multado numerosas veces por violación a los códigos de los
bomberos y edificios y no tenía puertas de salida de emergencia.
Los investigadores creyeron
que se produjo una estampida entre los asistentes, en la que murieron muchos y
el resto, pereció asfixiado por el humo y quemados.
González le dijo a la junta
que si era puesto en libertad condicional, viviría con un pariente que no
identificó, pero el panel alegó también que él no ha hecho ningún esfuerzo para
superarse en la cárcel, como estudiar el bachillerato o aprender inglés.
Su más reciente
comparecencia para pedir libertad condicional, fue en noviembre de 2016, puede
repetir la petición.
LOS MUERTOS
Una lista dada a conocer
identifica a los criollos que perecieron como Juan Andrés Peña, Carlos E.
Contreras, Henry Contreras, Carmen Hernández, Juan Javier, Clemente Reyes, Juan
Andrés Peña (Henry), quien jugaba como shorstop en un equipo de liga menor de
los Gigantes de San Francisco, Marisol Martínez, Roberto Michell Suazo y
Catalina Núñez, entre otros.
PIE DE FOTO
NUEVA YORK._ Gráficas de los
actos en memoria de las 87 víctimas de la discoteca “Happy Land” en El Bronx
que murieron quemadas hace 27 años. (Bronx News 12)
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