Estoy con la juventud


Por Rene Mateo

NUEVA YORK.-  El derrotero de la vida le impone a uno metamorfosis nunca soñada, egresado de una prestigiosa Ivy League, no pensé que terminaría siendo un humilde maestro de high school en New York. Sin embargo, ha sido la experiencia más enriquecedora de mi crecimiento humano e intelectual aprender de la juventud. Ellos han sido mi verdadero maestro. 

Creo en la juventud aquella que sueña, que se esfuerza, que tiene fe, que tiene valores éticos y morales y sobre todo que estudia. Porque juventud sin estos atributos es como decía Luis Graveley es solo fuerza y músculo.

Recientemente, tuve la oportunidad de compartir por 3 horas intensa de discusión técnica sobre un área de desarrollo del país con un joven que aspira desde mi partido a dirigir los destinos del país. Fue de grato placer ver a este joven con la cabeza bien amueblada hablar con soltura sobre este tema que presumo conocer.

Estoy dándole mi apoyo decidido para que sea primero el nominado de mi partido y luego para que sea presidente de mi país, me refiero a Luis Abinader.
 
Próximamente estará de visita en territorio norteamericano el compañero y amigo ex-presidente Hipólito Mejía quien tiene derecho legítimo a aspirar también. Tengo solo consideraciones positivas por  Mejía no solo por ser el único presidente vivo que nos queda como partido sino por su destacada participación en la conformación del PRM, por su lucha por tener un país más justo, por eso y mucho más no tengo más que respeto por el. Creo en la competencia en la guerra de ideas, en el análisis, en la creación de propuestas y en la discusión civilizada.

Pronto, presentaremos nuestra visión del país que queremos, le tocará a la sociedad dominicana decidir que derrotero tomar. Nos presentaremos como somos un partido moderno consciente de que la competencia es buena que saca lo mejor de nosotros sin diatribas que fortalece la democracia y la institucionalidad.

Al final estamos obligados a aceptar los resultados de una convención abierta  y transparente y con un padrón cerrado para evitar que desde el gobierno nos impongan el candidato. Escogido el candidato, entonces juntos buscar la banda presidencial.


La suerte está echada. Yo apuesto a la juventud, a la capacidad, al talento pero sobretodo a la sensibilidad social que este joven mostró frente a mí, lo vi genuinamente preocupado por el porvenir de nuestro país, por eso estoy con Luis.

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