Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ El juez
dominicano Rafael Ovalles, primer magistrado latino en Rhode Island, y acusado de múltiples cargos
por despotismo, falta a la ética, inmoralidad, poses obscenas en su despacho y
maltratos e insultos al personal de la corte y abogados de ambos sexos, se
defendió alegando que los cargos en su contra, se deben al “racismo” en su
contra por ser hispano.
Ovalles, negó que haya
tirado carpetas con archivos judiciales a asistentes suyos, y que nunca se haya
bajado los pantalones o se ha dirigido con palabras sexualmente implícitas a
las mujeres que trabajan en la corte, entre ellas algunas abogadas.
Cinco mujeres están
testificando en su contra, durante el juicio que la Comisión Estatal de Inamovilidad
y Disciplina de los Jueces lleva contra él.
“No he mirado a una sola
mujer de arriba abajo”, añadió el juez dominicano.
También rechaza que le haya
negado asiento a abogadas, limitando su espacio en el tribunal y que las
forzaba a pedirle permiso para ir al baño.
Uno de los empleados del
tribunal, asegura que una vez encontró al juez con los pantalones desabrochados y las manos metidas
en su ropa interior.
"Eso nunca sucedió", dijo Ovalles,
quien añadió que no tiene problemas de estómago que a veces lo lleven a
desabrocharse los pantalones.
Ovalles subió al estrado
para testificar y defenderse la comisión
su opinión acerca de las alegaciones de mala conducta judicial en su contra que
incluyen acoso sexual y degradar a las mujeres, abusando del personal, y no
comprender los principios legales básicos.
La comisión de abogados y
jueces afanosamente tomó notas cuando Ovalles negó categóricamente la mayor
parte de las quejas planteadas durante las últimas semanas de testimonios.
Marc DeSisto, el abogado que
llevó a cabo la investigación en nombre de la comisión, preguntó a Ovalles si algo impulsaría a todos los testigos a mentir en su
contra, bajo juramento.
"Tengo una sola
variable y ahí es donde entra en juego la carrera", respondió Ovalles, que
se convirtió en el primer juez hispano y dominicano del estado de Rhode Island, cuando fue nombrado para el
puesto por el entonces gobernador Donald
Carcieri en 2005.
"La mayoría de las
personas en nuestra sociedad no están acostumbradas a que una persona de la
minoría les diga qué hacer. Siento que
es un factor en todo esto", dijo Ovalles, de 52 años, que nació en la
República Dominicana y tha sido relevado de sus funciones judiciales pagadas desde
diciembre de 2015.
Acerca de Karen Kanelos, la
empleada cuya denuncia provocó la investigación, dijo que "todavía no me
ve como una persona con autoridad después de 10 años y medios en el estrado".
Le dijo a la comisión que
tenía un correo electrónico confirmando que la jueza federal Jeanne E. LaFazia,
había sugerido que sería una buena idea que él tome clases de inglés.
LaFazia le dijo dos veces a
Ovalles, que no estaba calificado para el estrado y que gracias a él, el estado
podría acabar con la tenencia de por vida para los jueces.
Ovalles dio explicaciones el
miércoles por prácticamente todas las alegaciones que se enfrenta en lo que ha
sido una audiencia muy reñida.
Criticó a DeSisto por
producir grabaciones de audio para sustentar los cargos.
En cuanto a la carta que el
senador estatal Frank Ciccone, un demócrata de Providence, escribió a LaFazia que se había reunido con Ovalles sobre
las quejas de que el personal femenino del tribunal había presentado quejas contra
él diciendo que "definitivamente estaba mintiendo y él sabe lo que
era", dijo Ovalles de Ciccone. El sobrino de Ovalles y ex alcalde de
Providence Angel Taveras, dio un breve testimonio en defensa del juez.
PIE DE FOTO
NUEVA YORK._ El juez
dominicano Rafael Ovalles se defiende de las acusaciones alegando “racismo” en
su contra. A le derecha declara bajo juramente ante la Comisión de Inamovilidad
y Disciplina de los Jueces.
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