Por Miguel Ángel
Cid Cid
Iniciado el
cambio de mando, todos en la urbe cibaeña esperan una señal que les permitan
descifrar el futuro de Santiago de los Caballeros en manos del Lic. Abel
Martínez Durán.
José Ramón Fadul
gobernó el municipio en el período comprendido entre 1990-1994, en
representación del mismo partido de Abel Martínez, el de la Liberación
Dominicana. En el cuatrienio siguiente a Monchy Fadul lo sustituyó José Enrique
Sued Sem, del Partido Reformista Social Cristiano. Sued rigió entonces el
ayuntamiento por cuatro años.
La muerte
repentina del Dr. José Francisco Peña Gómez, líder del PRD, le puso en bandeja
de plata la alcaldía de Santiago al Dr.
Héctor Grullón Moronta. Ese gobierno del Dr. Grullón Moronta pasó sin pena ni
gloria. Fue una gestión insulsa, por quedarme corto, que facilitó el regreso
del Sr. Sued Sem al gobierno municipal.
El retorno de
José Enrique Sued significó una estadía de ocho años consecutivos en el
ayuntamiento. De Sued se pueden indicar muchas cosas, tanto buenas como malas.
Por el momento elijo afirmar que fue un síndico constructor, que no dejó una
sola comunidad sin una obra erigida en su gestión.
Sued desplegó el
taimado arte de hacer amarres con cualquier bandera política. Fue candidato del
PRSC, del PLD y del PRD; y con cada una de esas fuerzas ganó la sindicatura.
Incluso, en las pasadas elecciones, Sued usó la bandera del Partido
Revolucionario Moderno, pero la tela le quedó corta. Tanto tiempo en la administración
municipal, tejiendo y destejiendo cual Penélope cibaeña, terminó creyendo que
las masas les eran incondicionales. Y de que tiene masa, no es un cuento, la
tiene. Miren una foto suya y se darán cuenta.
Pero en el año
2010, a Sued Sem se le soltaron las ataduras en el momento menos indicado. Toda
su trama estratégica de amarres se fue a pique. Pues el Dr. Gilberto Serulle,
serrucho en mano, saltó del PLD al PRD aserruchándole la bandera blanca y
alzándose con la alcaldía.
Por su parte, el
Dr. Serulle gobernó el municipio concentrado en levantar grandes
construcciones, con las cuales abordó algunos problemas de la ciudad que
esperaban solución desde décadas atrás. Sin embargo, el Dr. Gilberto Serulle se
dejó ganar por un estilo de gestión grandilocuente, fantasiosa y, por supuesto,
sin asidero en la realidad.
Usted le
planteaba la terminación de una iglesia y él de inmediato proponía construir
una edificación tan ambiciosa que la Capilla Sixtina, en la Plaza de San Pedro,
le quedaba corta. Esa actitud magnificente fue insuficiente para dar atenciones
humanas a su propia gente, y menos a la población que lo eligió. Seis años en
el ayuntamiento resultaron cortos para Serulle, por ejemplo, recoger la basura.
Ese olvido de los “pequeños problemas” del municipio, de las cuestiones
básicas, condujo al Dr. Serulle a entregar a Abel Martínez una ciudad no sólo
ahogada en basura, sino una urbe contaminada e insegura.
En efecto, el
Lic. Abel Martínez ya ocupa la Alcaldía de Santiago de los Caballeros. Hasta el
momento no se sabe cuáles son sus planes concretos para el municipio y, por lo
tanto, resulta imposible fijarse expectativas en torno a lo que serán sus
realizaciones. Su experiencia en la fiscalía de Santiago y sus seis años como
presidente de la Cámara de Diputados, no lucen de mucha ayuda para administrar
una ciudad tan compleja y políticamente autónoma como la Ciudad Corazón.
Miguel Ángel Cid
Twitter: @miguelcid1
16agosto 2016
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