POR JUAN T H
Todavía resuenan
en mis oídos las palabras de Gonzalo Castillo diciendo que “quien gane las
elecciones de febrero, ganara las de mayo”.
En un encuentro
con dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana el presidente Danilo
Medina aseguró que la oposición no encontrará palabras para excusarse frente a
sus militantes y simpatizantes cuando los resultados de las elecciones le
fueran adversos.
“Las elecciones
de febrero son la antesala de la victoria de mayo. El que gane en febrero se
pone en la antesala de la victoria”, dijo Danilo. (Me imagino a Luís con la
banda presidencial sobre su pecho)
En varias
ocasiones escuché al Primer Ministro José Ramón Peralta asegurar que el PLD
ganaría más del 70% de los municipios y distritos. Igual postura tenían las
bocinas que hasta el último momento aseguraban en sus medios que el gobierno barrería
en la capital, el gran Santo Domingo, San Cristóbal y demás pueblos del Sur,
así como en las 14 provincias del Norte y en las del Este.
Los resultados,
como todos sabemos, fueron otros: Perdieron en casi todas las demarcaciones con
grandes poblaciones. Los recursos del Estado no bastaron para comprar la voluntad de un pueblo que hace
tiempo decidió apostar por el cambio. A pesar del dinero, de los
electrodomésticos, las raciones de alimentos, las fundas, las cajas, las
amenazas a los empleados públicos, el chantaje a los pobres que reciben
migajas, del miedo dirigido con el coronavirus, la gente salió a votar en
contra del gobierno. Fue un voto consciente de castigo.
Los hechos
pueden más que las palabras. El hecho concreto, irrebatible, a la vista de
todos, es que el PRM ganó contundentemente, y que el PLD perdió. No es verdad
que haya “un empate técnico”. ¡Al carajo! ¡No es cierto! ¡Mentira del diablo!
Decían que el que ganaba las municipales ganaría las
presidenciales. Ahora no es así. Ahora, según el Comité Político el PRM que
ganó, perdió, y el PLD, que perdió, ganó. No lo entiendo. Es una “Gonzalada”.
Gonzalo, que más
ameno y entretenido no puede ser, dice que Luís Abinader mintió porque no sacó
más del 50%. Y que si las elecciones presidenciales hubieran sido el pasado
domingo iría a una segunda vuelta. Sucede que Luís no era candidato el domingo
pasado, como Gonzalo tampoco. Lo que estaba en juego no era la presidencia de
la República. Habrá que decirle a Gonzalo que no se desespere, que su pela va
en mayo.
El escenario de
mayo es distinto al de marzo. El PLD tiene un candidato presidencial estancado,
que no prende ni empujado, ni con cables, que los esteroides del Estado no han
sido suficientes para fortalecerlo, razón por la que no llega un 30%, mientras
que Luís Abinader se fortalece de tal
modo que ya sobrepasa el 50%, es decir,
ganará en primera vuelta.
Una ventaja de
un candidato bueno, que no comete errores elementales ni infantiles, que sale
airoso de las elecciones municipales, como Luís, frente a un candidato
estancado, sin discurso, sin brillo, sin la estampa o perfil de candidato, no tiene ninguna posibilidad de
ganarle a Luís en mayo. Eso es definitivo.
Danilo lo dijo,
y es cierto, el que gane en marzo, ganará en mayo. El PRM ganó en febrero y
ganará en mayo.
Abinader le
lleva 30 puntos a Gonzalo. En dos meses es imposible superar esa distancia. Ya
lo dije. Luis no pierde las elecciones de Gonzalo ni que se vuelva loco y salga
desnudo caminando por el malecón.
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