Navarro:La familia y la escuela, espacios idóneos para desarrollar cultura de respeto a mujer


Navarro asegura que más allá de la familia, que es el núcleo donde se deben trabajar los valores fundamentales, la escuela es el espacio idóneo para el respeto a los derechos humanos.

SANTO DOMINGO.- En ocasión de conmemorarse este 25 de noviembre el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, el ministro de Educación, Andrés Navarro, recibió en su despacho a la Comisión Permanente de Asuntos de Equidad de Género de la Cámara de Diputados, la cual le hizo entrega del Lazo Blanco, símbolo de la campaña internacional que se organiza en más de 50 países desde 1991, y que desarrolla ese hemiciclo desde hace diez años para poner fin a la violencia contra las mujeres.

La presidenta de la Comisión, Magda Rodríguez Azcona, explicó al ministro de Educación que la Ley 46-07, establece 16 días de activismo en contra de la violencia hacia la mujer, y se realiza desde el 25 de noviembre hasta el 10 de diciembre, ya que en esta última fecha se conmemora el Día Internacional de los Derechos Humanos. El propósito es desarrollar acciones que visibilicen el drama de la violencia de género y contra las mujeres.

La diputada destacó que el Ministerio de Educación forma parte de las instituciones que trabajan en aspectos como la promoción de la cultura de paz, resolución alternativa de los conflictos, igualdad y equidad. Rodríguez Azcona estuvo acompañada por las diputadas Isabel de la Cruz y Damaris Vásquez Castillo, miembros de la referida Comisión.

De su lado, el ministro de Educación expresó su agradecimiento a La Comisión de Género, reiteró que es fundamental insistir sobre el respeto a los derechos de las mujeres, niñas y adolescentes, así como en crear todos los mecanismos que impidan la violencia contra la mujer.

Navarro ofreció a las congresistas el apoyo de todo el cuerpo del Ministerio de Educación y de la comunidad educativa para poder trabajar con los estudiantes los valores, patrones de comportamiento y la nueva visión de lo que debe ser una sociedad garante del respeto a los derechos humanos.

“Como ha planteado nuestro presidente Danilo Medina, la política educativa debe ser el centro del desarrollo del país. El trabajo que está haciendo el Ministerio procura que la escuela sea el terreno fértil para la nueva nación dominicana que el Gobierno quiere construir, la cual debe ser garante de los derechos de todas las personas, más en la sociedad actual, de los sectores más vulnerables frente a la desigualdad económica, a la violencia, en este caso las mujeres, específicamente las niñas y maestras que son parte de la comunidad educativa”.

Aseguró que más allá de la familia, que es el núcleo donde se deben trabajar intensamente los valores, patrones de comportamiento violentos y el respeto a los derechos humanos, la escuela es el espacio formidable.

"Por eso me he propuesto que poco a poco, en esta nueva ola de reforma educativa, centremos la lucha por la defensa a los derechos humanos en la escuela, que es de alguna manera sembrar no solamente para el presente, sino para el futuro", expresó Navarro.

El ministro dijo que, dentro de las competencias fundamentales que establece el nuevo currículo dominicano, se destacan la Competencia Ética y Ciudadana y el Respeto a los Derechos Humanos, un nicho para poder insertar contenidos relativos al respeto a la mujer, a la no violencia y a la equidad de género.

"Esta labor que ustedes tienen desde hace años no solamente hay que apoyarla, hay que ser parte de ella, y tenemos que reconocer a ese cuerpo de mujeres de la Cámara de Diputados que ha seguido perseverante, año tras año, en esta campaña", expresó.

El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer fue aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución número 54/134, del 17 de diciembre de 1999. La propuesta para que se celebrara en esa fecha la realizó la República Dominicana, a raíz de que el 25 de noviembre de 1960 fueron asesinadas las tres hermanas Mirabal: Patria, Minerva y María Teresa.


Comentarios