Por Pablo
Vicente
Hace algunos días tuve la oportunidad de
participar en una interesante conferencia impulsada por la vicepresidencia de
la República con el tema “Rol de las Políticas Públicas en la Prevención
de los feminicidios” dictada por El Dr. Miguel Lorente, un experto español
estudioso del tema.
La verdad es que me pareció muy interesante
sus planteamientos, el cómo abordar esta problemática es sin lugar a duda un
desafío para el Estado, sobre todo definiendo políticas públicas que combatan
esta penosa realidad.
Pensar en políticas públicas que conlleven
a cambiar palabras como "mi marido me pega
lo normal" esta tremenda frase, que
resume el problema, se la dijo al Dr. Lorente una pobre chica con el rostro
totalmente destruido, cambiar ese pensamiento conlleva una articulación de
actores y sobre todo un replanteamiento de nuestra cultura patriarcal que aunque
hemos avanzado, aún sigue de manifiesto.
Para nadie es un secreto que en República
Dominicana el feminicidio se ha convertido en un problema social de alta
incidencia y graves consecuencias, que afecta profundamente la paz e impulsa la
desintegración de las familias.
Existen diversos factores asociados a ese
tipo de crimen de los que se pueden citar, que las víctimas provienen de
hogares violentos, fueron socializadas con roles inequitativos, iniciaron
uniones de parejas a muy temprana edad y su bajo nivel educativo se
traduce en limitadas oportunidades de superación que las lleva a ser
económicamente dependientes de sus parejas.
"La sociedad está construida sobre la
desigualdad. La política tiene que ser el motor de cambio" plateaba con
mucha propiedad el Dr. Lorente en la conferencia.
Cada 10 minutos una mujer es asesinada,
este dato debe de llenarnos de preocupación y el que hacer para cambiar esa
realidad debería retumbar nuestra mente.
Indiscutiblemente que es necesario un
cambio en el contexto sociocultural, debemos tener claro que aún estamos
viviendo en una sociedad androcéntrica, creada por y para el hombre.
Entendemos que dicha agresión en sus
diferentes formas tienen una base y unos elementos comunes que se repiten y que
cambian en la forma dependiendo de factores individuales y circunstanciales y
no solamente como una serie de casos aislados, indiscutiblemente existen
condicionamiento socioculturales que actúan sobre el género masculino y
femenino, situando a la mujer en una posición de inferioridad y
subordinación.
No se concibe que hoy en día muchas mujeres
vean como normal algo que les hace daño, "Mi marido me pega lo
normal" es un planteamiento que
desde la óptica del Dr. Lorente es motivo de preocupación, algo que sin lugar a
duda nos lleva a cuestionarnos ¿Por qué creen esas mujeres que es normal que
sus maridos las maltraten? ¿Cómo es posible que exista en sus conciencias una
noción de normalidad tan perversa? ¿Por qué aún hay mujeres que se ocultan a sí
mismas las agresiones que reciben?, ¿porque construyen una historia equivocada
de lo que les está ocurriendo? Confieso que no tengo repuestas a las preguntas,
lo que si es cierto, es que el abordaje a esta problemática tiene
que verse desde una perspectiva integral, que involucre múltiples actores
en la que se promueva un cambio de paradigma y desde luego en definición
y ejecución de políticas públicas que transformen esa realidad.
Decía Mahatma Gandhi: "Me opongo a la violencia, porque cuando parece causar el bien este solo es
temporal, el mal que causa es permanente".
Y el Dr. Lorente afirma: El precio de la
libertad de las mujeres no puede ser la muerte, ni el de la vida la sumisión.
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