Tamariz, un hombre de honor



Por Nélsido Herasme

José Nicomedes Tamariz Cerda, es el hijo de doña Ángela y don Higinio, hombre de la ciudad de Santo Domingo, recio trabajador de su comunidad, leyenda viva y consagrado deportista nacional, para quien pedimos ser exaltado al más alto encasillado de los inmortales.

Por su entrega, esfuerzo y sacrificio, Tamariz debe ser tomado en cuenta por el estado dominicano, dado sus aportes y promoción a diferentes  disciplinas del deporte nacional.

Besando ya la frontera de sus casi 80 años de edad, las comunidades de los barrios 27 de Febrero, Villa María, Mejoramiento Social, María  Auxiliadora y otros sectores capitalinos han reconocido las dotes  deportivas y humanas que adornan con laurel la dilatada carrera   social de Tamariz Cerda, quien hoy, lleno de mucha vitalidad se mantiene trabajando en su farmacia localizada en el sector de Villa María.

Terminado el bachillerato en el liceo de La Normal y entrando a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) a cursar la carrera de ingeniería y arquitectura, en el año 1957,  de inmediato Tamariz se integra al equipo de Levantamiento de Pesas, disciplina conducida por el profesor Carlos Acevedo Gautier y otros inmortales de esa disciplina.
  
En 1965, José Tamariz incursiona en el hipismo, donde se estrena como dueño de caballos de carreras, en el viejo Hipódromo Perla Antillana. Ese mismo año adquiere, mediante subasta, sus primeros ejemplares “Don José “, “Josefina” y “Don Vinicio” y registra su establo con su nombre, en el cual logró más tarde la integración del importado ejemplar como “Diecinueve”.

Ya establecido como propietario de caballos de carrera pasó a formar parte de la primera directiva de la Asociación de Dueños  de Caballos, Tamariz decide viajar a la isla Puerto Rico, donde adquirió a los ejemplares Quilquilco, quien había ganado al potente ejemplar Felo Flores. Hoy Tamariz es miembro del deporte Hípico de la República.  

En 1967 José Tamariz navega en el amplio mundo del boxeo y como promotor de esta importante disciplina profesional presentó impactantes carteleras con peleas  entre púgiles dominicanos y extranjeros. Tamariz llevó al centro de las tablas a púgiles de diferentes categorías entre los que están Fausto Ceja Rodríguez, Miguel Montilla, Miguel Canto de México, Enrique Sánchez, Leonardo Cruz, Luis Lumunba Estaba, Darío Hidalgo, Lachi Linares, Natalio Jiménez, Carlos Gil (Caja de Bola), Pablito Jiménez, José Moñita Jiménez, el Chinito Sánchez, entre otras grandes estrellas del boxeo.

En 1973 como promotor de lucha libre profesional, a José Tamariz  Cerda se le reconoce por haber traído al luchador El Santo, desde la ciudad de México, quien haciendo pareja con Rafael Sánchez (Jack Veneno) libró aquel gran combate con el Rebelde Rojo y la Muerte Primera.



    



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