Invoca tolerancia y compasión
Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ Nacida el 8 de
noviembre de 1979 en un barrio populoso de Santo Domingo en la República
Dominicana, y recordando las penurias y carencias de servicios, que obligaban
en su casa a carga agua en cubos para poder bañarse, la actriz Dania Ramírez,
una de las más descollantes estrellas latinas en Holywood, surge como otra voz
en defensa de los inmigrantes, abogando por la tolerancia y compasión por los
extranjeros que vienen a Estados Unidos en busca de una menor vida.
Hija de un químico y una
profesora, Dania, debutante en un papel estelar en la película “X-Men, The Last
Stand” en 2006, dijo que sus padres se vieron obligados a emigrar quedándose
ilegalmente en Estados Unidos a causa de la situación económica en su país.
Con seis meses de edad, ella
se quedó con su abuela en Cotuí, ciudad minera en el Cibao Central de la
República Dominicana, mientras sus padres profesionales tuvieron que trabajar
en factorías de ropas en Nueva York.
Relató en una entrevista con
la revista Viva editada por el Daily News, que se crió sin electricidad, con
algunas horas de luz, agua potable ni televisión.
“Recuerdo vívidamente, el
uso de cubos de agua para usarlos en el baño”, dijo la actriz.
Dania, con papeles
sobresalientes en la la popular serie de HBO “The Sopranos”, “Heroes” y
“Devious Maids”, atribuye gran parte de su éxito y su independencia por la lucha de las calles.
“Ellos eran personas
educadas. Sólo querían encontrar trabajo y construir un futuro mejor para sus
hijos “, dijo en referencia a sus progenitores.
“Eso es algo que realmente no
se entiende cuando se es un niño. Así que para mí, había una sensación de
abandono. Pero también, se sentía normal. Una gran cantidad de niños a mi
alrededor estaban en la misma situación“, dijo.
Cuando tenía 9 años de edad,
consiguió un visado de tres meses para visitar a una tía en Puerto Rico. Su
hermana Danilda, por su parte, consiguió una visa de cinco años para reunirse
con sus padres en Manhattan.
Danilda se negó a
viajar sola, así que la familia accedió
a que las hermanas compraran dos pasajes
para el aeropuerto Kennedy y tratar de sonreír juntas en su camino a través de
la seguridad.
"Estaba muy nerviosa.
Estaba temblando”, narra Ramírez de 37 años de edad, recordó. “Sólo recuerdo que
estaba sonriendo y diciendo ¡gracias!, y luego agarré mi pasaporte y seguí mi
camino. Y así es como llegué a los Estados Unidos”.
A medida que el avión descendía
sobre Nueva York, Ramírez no podía creer que estaba viendo todas las luces
brillantes de la ciudad.
“Este lugar es increíble.
Hay estrellas en el suelo “, recordó que le dijo a su hermana Danilda.
Ramírez cuenta que su
entusiasmo se convirtió rápidamente en frustración, cuando su madre las llevó a
su apartamento de protección oficial en un edificio de la calle 169 Oeste y
avenida Broadway, en el Alto Manhattan.
Con su familia de cinco
miembros, incluyendo una hermana más joven nacida en Nueva York, compartió una
habitación individual, ya que dividieron la unidad con otra familia.
Ramírez había quedado libre
y tenía un árbol de cerezo en el patio de la casa de su abuela. En el Alto
Manhattan, no tenía ningún patio.
La barrera del idioma fue
otro reto.
Tomó la determinación de
aprender inglés en su primer año.
“Sólo sabía que este era un
país difícil de entrar, y yo estaba agradecida de haber llegado”, agregó la
actriz.
Cuando tenía 12 años,
solicitó su tarjeta verde (residencia) pero tuvo que regresar a la República Dominicana
porque había violado el tiempo de su
visa de turista.
“Fue muy estresante. Estaba
tan asustada”, narra Ramírez.
Para entonces sus padres se
habían legalizado, y Ramírez ya hablaba inglés y su petición fue aceptada.
La actriz con estructura de 5 pies y 4 pulgadas, se convirtió en una
jugadora estrella de voleibol en la
Escuela Secundaria Memorial en West New York de Nueva Jersey, y utilizó su
talento para lograr la admisión temprana a la Universidad Estatal de Montclair
y graduarse con un título en comunicaciones.
Después de conseguir un
trabajo a tiempo parcial en una pequeña agencia de modelos en Union City (Nueva
Jersey), le dio la oportunidad de un
casting (audición) en el famoso centro de modelaje Wilhemina de Manhattan.
Ella entró, pasó la tarjeta
de visita en el mostrador y dijo que ella tenía una reunión con la gerente Marta Michaud.
“Es decir, que estaba loca.
Entré, y me inscribí”, relata Ramírez. “Ser inmigrante le da a una mucho valor.
Me sentía ya como una superviviente”.
Obtuvo su tarjeta para
trabajar como extra en la película de 1997 “Subway Stories” de HBO e hizo el
papel de la novia de Kerry Washington en la película del 2004 dirigida por Spike
Lee “She Hate Me”.
Ese papel llamó la atención
de la súper productora de Brett Ratner, quien la eligió para la producción “X-Men: The Last Stand”.
Ella interpretó a la novia
de AJ en la última temporada del mega éxito de HBO “Los Soprano”, y fue la co
protagonista romántica en la película del 2012 “Premium Rush.”
Después de un papel estelar
reciente en cuatro capítulos de la serie “Devious Maids”, está ahora
promocionando su nueva película de terror “Lycan”, que produjo y protagonizó
con su esposo John (Bev) Land como director.
Sentada en el jardín bañado
por el sol de su casa en Los Ángeles
(california), que comparte con su esposo y sus gemelos de 3 años de edad, Ramírez dijo que espera que
su experiencia inspire a los
inmigrantes.
Ella cree en que las
historias individuales son la mejor manera de construir la empatía y el respeto,
especialmente en el actual clima político.
“Estados Unidos fue
construido por inmigrantes”, dijo. “Los inmigrantes vienen aquí por trabajo,
para contribuir y llegar a un lugar mejor. Esa es mi historia. Es una historia
de esperanza”.
Ahora planea publicar un libro sobre su historia personal, y evitó
cuidadosamente cualquier mención directa al presidente Trump.
“Soy una artista, no una
política”, aclaró.
Pero dejó claro que no apoya la prohibición de viajes
de Trump a los países de mayoría musulmana.
“En mi opinión, las
prohibiciones en general son locas. Es extremo”, dijo. “En última instancia, no
se trata de una pared o una prohibición, se trata de tener diferentes culturas,
mostrando tolerancia y la compasión del uno hacia el otro”.
PIE DE FOTO
NUEVA YORK._ La actriz
dominicana Dania Ramírez, con sus gemelos de 3 años de edad, surge como otra voz en defensa de los
inmigrantes. (Foto Sugar Pop)
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