Por JUAN T H
Más que los
nombres de los que aceptaron sobornos de la empresa Odebrecht para obtener
contratos de obras millonarias que luego serían sobrevaluadas, quiero, como la
mayoría de los dominicanos, justicia, que los implicados, no importa el partido,
funciones en el gobierno o el Congreso, sean sometidos a la justicia con
expedientes sólidos que lleven a la condena de los imputados.
Ya hemos
esperado meses oyendo cantos y cuentos,
mentiras y medias verdades; hemos visto señales de humo que no conducen e ningún
lugar, contrario a otros países donde se han producido arrestos y condenas. En
esos países, claro está, hay voluntad política y un ministerio público libre.
Así como hemos
esperado más de cinco meses, podemos esperar, una semana; incluso dos, pero el
Ministerio Público está obligado no solo a decir los nombres de los corruptos
que se envilecieron, sino someterlos a la justicia como ha prometido.
El pueblo está
impaciente. La presión social aumentará con los días y las semanas. El gobierno
no puede permitir que el odio se acumule porque explotará masivamente y
entonces será incontrolable. Tendrá que actuar la Policía y la guardia para
contener a las masas desbordadas provocando, ojalá no, un baño de sangre
innecesario.
Es obvio que el
gobierno trata de ganar tiempo. Pero se le está acabando. La gente está cansada
del “mareo”, de que la tomen de “mojiganga”, que crean que es estúpida, cuando todos sabemos que el Procurador General
de la República intenta esconder lo que
está a la vista de todos.
El pueblo quiere
saber quiénes son los sobornados. El gobierno lo sabe. El Comité Político y
algunos del Comité Central del PLD también lo saben.
Han lanzado a
través de las redes sociales muchos nombres de un partido y de otro, gente de Leonel y de Hipólito para alimentar
el morbo junto con las conjeturas y las especulaciones. Los de Danilo no
aparecen lista. Ni el propio Danilo cuyas campañas electorales fueron
financiadas por la empresa brasileña, según se ha informado en ese país.
Que se diga lo
nombres es importante, pero de nada sirven si no hay justicia, si los
implicados no pagan en los tribunales sus culpas y son despajados del dinero
que recibieron como soborno. Como el cuento de la madre superiora en el
convento cuando un delincuente penetró y dijo que las violaría a todas. Una
monja gritó: ¡A la madre superiora no! Y ella con toda su calma aclaró: Él dijo
a todas…(Que en la lista de sobornados no se quede nadie sin bailar)
La lista de
imputados no puede ser incompleta, antojadiza, respondiendo a intereses
políticos partidarios para proteger a determinados dirigentes o funcionario,
que es lo que teme el Procurador Jean Alain Rodríguez, amarrado por la
designación que le hizo el mandatario y por su condición de miembro del Comité
Central del PLD.
(Por esa doble
condición, en cualquier otro país del mundo el Procurador r habría renunciado
al cargo o tomado unas vacaciones durante el tiempo que durara el “debido
proceso”)
La sociedad
tiene que empoderarse. El bloque de partidos opositores por su lado, Participación Ciudadana, Institucionalidad y
Justicia y el Movimiento Verde, entre otros, están en la obligación de
reclamar, en marchas, caravanas, mítines, etc., que se cumpla con la ley, que
no haya trasiego en la lista, que se dé a conocer completa y que se haga
justicia, caiga quien caiga, sin “vacas sagradas”.
¡Junto con la
lista, justicia! Castigo para los
culpables de corrupción. ¡Ya basta de “mareo”! ¡No más impunidad!
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